Según el relato de la madre, el episodio crítico ocurrió pocos días después de la operación. Aboal destacó que el viernes de esa semana, la joven se levantó para ir al baño. “Me llama, me acerco y veo que empieza a vomitar sangre y coágulos. Era una cantidad terrible y me dijo: “mamá me ahogo”. La cantidad de sangre que perdió mi hija en ese momento no era de una cascarita”, detalló con lágrimas en los ojos.
La mujer contuvo a Julieta que se había desmayado y la colocó de costado para que no se ahogara. Luego, salió a pedir ayuda y la policía la asistió. “Mi hija no reaccionaba y como la ambulancia demoraba, pedí que la subiéramos a mi camioneta y la lleváramos al Marcial Quiroga. Lo llamo a Babsia y no me atendía”, relató.
A Julieta la ingresaron en la guardia y allí, el médico le devolvió el llamado y le señaló que iba a ir al Hospital. “El médico de guardia me comentó que la había estabilizado. La policía me buscó para saber qué pasaba porque mi casa estaba con sangre, yo estaba llena de sangre y pensaron que le había hecho algo a Julieta”.
“El médico (por Babsia) me dijo que me quedara tranquila; que estaba todo bien. Que había sido el desprendimiento de una cascarita. Confié en su palabra y me dijo que la iban a derivar a la terapia del Rawson, donde estaba su equipo. Nunca nos dijo que ingresó con shock hipovolémico”, expresó.
Aboal regresó a su casa y a las 3 de la mañana recibió el llamado que lo cambió todo. “Nos dijeron que vayamos urgente, porque mi hija volvió a repetir hemorragia. Había entrado en paro cardíaco y la estaba reanimando hacía 40 minutos. Que fuéramos urgente porque mi hija se estaba muriendo. Imagínense, dejamos a Julieta en la terapia, dentro de todo bien y que nos digan que mi hija se estaba muriendo. Salimos a toda velocidad”.
El padre, visiblemente quebrado, recordó el llamado de madrugada que los alertó sobre el empeoramiento de la joven. “Había una persona arriba de mi hija haciendo RCP y la cama era un charco de sangre”, alcanzó a decir antes de interrumpir su declaración por la emoción.
Julieta falleció el 3 de marzo de 2020, tras quedar en muerte cerebral. La familia inició entonces la causa que hoy se dirime en tribunales. La fiscal Claudia Yanina Galante condujo el interrogatorio, con el acompañamiento de la abogada querellante Cristina Naveda, mientras la defensa de Babsía optó por no hacer preguntas.
La parte querellante pide 5 años de prisión efectiva y 10 de inhabilitación profesional para el médico. La defensa, en tanto, sostiene su inocencia y reclama la absolución. El juicio continúa esta semana y se espera sentencia en los próximos días.