“El Mundial y jugar con la Selección es especial, más después de haberlo ganado. No quiero ser una carga, me quiero sentir bien físicamente, estar seguro de que puedo ayudar y aportar cosas al grupo”, afirmó sin rodeos, en donde dejó en claro que no forzará su presencia por simple deseo personal.
El rosarino explicó además un punto clave: el calendario de la MLS, que difiere del europeo y podría influir en su preparación hacia 2026: “La temporada nuestra es diferente a la de Europa, vamos a tener una pretemporada de por medio, pocos partidos antes de llegar al Mundial. Es cuestión de ver en el día a día si estoy bien físicamente para estar como a mí me gustaría y poder participar”, señaló.
A pesar de ese condicionante, sostuvo que la ilusión sigue intacta, aunque evitó dar certezas: “También soy consciente de que es un Mundial, es lo más grande que hay a nivel de competencia. Estoy ilusionado, pero lo voy a llevar día a día”, remarcó.
Messi también habló sobre su autoexigencia, un rasgo que, según él, no disminuyó con el paso del tiempo ni con el lugar que ocupa hoy en su carrera. Aseguró que su manera de vivir el fútbol es la misma de siempre y que su mentalidad competitiva continúa idéntica a la de sus primeros años.
“Es lo que hice toda mi vida de chiquito, lo que me apasiona y lo que me gusta: jugar al fútbol y competir. No me gusta perder a nada, cada vez que entro a una cancha es para ganar o intentarlo. Era el desafío mío y de los chicos que jugaron”, expresó.yCnaGg
Con esa expectativa moderada, pero sin cerrar ninguna puerta, Messi dejó una vez más su postura clara: quiere estar en el Mundial 2026, pero solo si puede rendir al nivel que él mismo se exige. Mientras tanto, su situación seguirá evaluándose día a día, como él mismo insiste en repetir.