Pese a ello, en marzo de 2024, ya detenido por el abuso sexual en Tandil, el hombre retomó el contacto y le envió una foto desnudo. La joven le pidió que dejara de molestara, pero él comenzó a extorsionarla con las imágenes íntimas que conservaba. “Acordate que tengo una carpeta con fotos tuyas y no te gustaría que la vieran otras personas”, fue una de las frases que la víctima declaró ante la Justicia. Por miedo, terminó enviándole otra foto.
El hostigamiento continuó. El 26 de julio de 2024, el acusado volvió a enviarle fotos y la amenazó con mostrar las conversaciones a su novio si no accedía a enviarle más imágenes. Al día siguiente, incluso se excusó con un mensaje religioso: “Quiero que busquemos nuestro camino juntos con Cristo”. Pese a los bloqueos en redes, insistió en contactarla y le advirtió que haría llegar el material a su familia si no lo desbloqueaba.
Cansada de la persecución, la víctima formalizó la denuncia en San Juan. La UFI Cavig, a cargo del fiscal Leonardo Arancibia, inició la investigación por amenazas agravadas por coacción, prevista en los artículos 45 y 149 bis del Código Penal. Tras un exhorto judicial, se allanó la celda del imputado en Azul y se secuestró un celular que será peritado.
Este lunes 18 de agosto de 2025, en audiencia de control de detención, la jueza de Garantías Ana Carolina Parra resolvió que el acusado permanezca con prisión preventiva por dos meses, mientras avanza un plazo de ocho meses de investigación.
El proceso continuará con la producción de pruebas y peritajes, en un caso que conecta a una víctima sanjuanina con un preso bonaerense ya procesado por un grave delito sexual.
Por Gabriel Rotter.