La gata, que ahora tiene 13 años, fue hallada deambulando por las calles por un hombre que, al verla, decidió llevarla a una veterinaria. En ese lugar, los médicos encontraron que Kiki tenía un chip de identificación, lo que permitió rastrear a su familia.
"Era lunes, estaba en mi escritorio, trabajando, cuando recibo una llamada de un veterinario diciendo que les habían llevado a Kiki" comentó Simon Lapthorne, dueño de la gata, quien confesó haber quedado "atónito" tras recibir la noticia.
Te puede interesar...
Antes de que vuelva con sus dueños, la gatita permaneció un tiempo bajo observación médica, debido a que su temperatura corporal y peso se encontraban por debajo del promedio, así como por una herida sufrida en un costado; sin embargo, una vez estabilizada fue llevada de vuelta a su casa.
El estado de Kiki cuando la encontraron: