Durante la audiencia, el Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal Iván Grassi y la ayudante fiscal Gemma Cabrera, expuso los resultados del test de alcoholemia del conductor. El análisis arrojó que Sández tenía 1.37 gramos por litro de alcohol en sangre, es decir, casi el triple de lo permitido para conducir (0.5 gr/l).
Con este resultado en mano, el conductor fue imputado por homicidio culposo por la conducción imprudente de un vehículo con motor, doblemente agravado por haber más de una víctima fatal y por conducir con un nivel de alcoholemia superior al parámetro legal, en concurso ideal con lesiones graves culposas agravadas.
En este contexto, Sández deberá permanecer en prisión domiciliaria una vez que reciba el alta médico, bajo prohibición de contacto con los dos jóvenes sobrevivientes y los familiares de los fallecidos.
Cómo fue el accidente, según el relato de dos testigos
En las últimas horas, Bruno Sanduay de 21 años, recibió el alta médica y dio detalles de las horas previas al vuelco.
El testimonio que aportó el joven ante la Justicia y al cual pudo acceder este medio detalla que el grupo de amigos estuvo consumiendo alcohol hasta el amanecer.
Alrededor de las 6 decidieron trasladarse hasta el dique y uno de ellos intentó bañarse. Esta última maniobra fue advertida por un guardavida, el segundo testigo, que les llamó la atención.
Sobre las 11, emprendieron el camino de regreso en el automóvil, en el que supuestamente se manejaba a alta velocidad.
Cabe destacar que dentro del vehículo se encontró una botella de fernet, la cual aún no pudo ser retirada por el estado en que quedó el vehículo.