“La Ley Nicolás es un escudo contra la mala praxis. Obliga a que los profesionales de la salud actúen con responsabilidad, respeto y compromiso con la vida de cada paciente. No devuelve lo que perdimos, pero previene que otras familias sufran lo mismo”, dijo visiblemente emocionada.
La mujer, que atraviesa el juicio en el que el médico que operó a su hija está imputado por homicidio culposo, destacó: “Es una mezcla de alivio, justicia y esperanza. Alivio porque el camino de reclamar no fue en vano. Justicia porque se reconoce que la negligencia médica no puede quedar impune. Y esperanza porque esta ley abre la posibilidad de que ninguna otra familia tenga que vivir lo que nosotros vivimos”.
“Es un reconocimiento a tanto camino de reclamos, silencios injustos y noches sin descanso. Sentimos que nuestras víctimas están más presentes que nunca. Sus nombres no fueron en vano, su historia puede evitar que otras familias atraviesen el mismo sufrimiento. Esta ley no borra nuestro dolor, pero lo transforma en una herramienta que puede salvar otras vidas”, agregó Aboal.
“No es contra los médicos, es contra la negligencia”
En su charla con este medio, la madre de Julieta quiso dejar un mensaje claro para los profesionales de la salud: “La Ley Nicolás no es contra los médicos. No es contra quienes todos los días se forman, se esfuerzan y entregan su vocación para salvar vidas. Muy por el contrario, valoramos profundamente a quienes ejercen la medicina con responsabilidad, humanidad y compromiso, y los consideramos aliados en este camino. Esta ley no busca señalar ni castigar a los buenos profesionales, sino proteger tanto a los pacientes como a los médicos responsables”.
Además, subrayó que la norma apunta a erradicar “la negligencia, la indiferencia y los errores evitables que terminan costando vidas. Está pensada para prevenir, para que se actúe con más cuidado, para que cada persona que ingrese a un hospital o clínica pueda tener la tranquilidad de que será atendida como corresponde, y para que los profesionales de la salud tengan también un marco que respalde su responsabilidad”.
“Siento que, aunque Julieta no está con nosotros, su historia puede ayudar a salvar vidas. Esta ley representa justicia, conciencia y responsabilidad. Nos da la fuerza para seguir adelante, para transformar nuestro dolor en acciones que protejan a otros. Esta Ley es gracias a Gabriela Covelli que sin ella esto no sería posible... una mamá que en medio del dolor pudo transformarlo en amor para que nadie más pase por lo mismo. Gabriela es la fundadora de la ONG ‘Por la vida y la salud’”, remarcó.
“Para nosotros, las familias, esta conquista es también un homenaje. Es la manera de mantener vivos los nombres de nuestros hijos, hermanos, padres y seres queridos que ya no están. Ellos fueron la fuerza que nos sostuvo en la lucha, ellos nos empujaron a no rendirnos, y hoy su memoria se transforma en una herramienta de protección para toda la sociedad. Sabemos que nada nos devolverá lo que perdimos. El dolor es indeleble, pero al menos sentimos que con esta ley algo cambia: que otras familias pueden ser cuidadas, que otras vidas pueden ser salvadas”, concluyó Cyntia.
Qué establece la Ley Nicolás
La normativa garantiza el “derecho a una asistencia sanitaria de calidad y segura, centrada en las personas y en las comunidades”, impulsa la verificación de la aptitud profesional del equipo de salud y la incorporación de mecanismos de simulación para la formación médica. También promueve el reporte de riesgos en procedimientos sanitarios para reducir su incidencia y refuerza el acceso del paciente a la información.
Con 69 votos a favor y uno en contra, el Senado aprobó un texto que busca cambiar el paradigma de la atención médica en la Argentina: mayor transparencia, más capacitación y un sistema de salud que proteja tanto a los pacientes como a los profesionales responsables.
Por Gabriel Rotter.