El caso del joven que salió de bailar de un boliche, y fue arrollado por un remisero, es un hecho policial que da para hablar y genera aún muchas dudas. En un primer momento trascendió que se trataba de un caso parecido al de relatos salvajes, pero a medida que fueron pasando las horas se estableció que tanto víctima como victimario se conocían de antes y la muerte se trataría de un caso de venganza.