En cuanto a la ansiedad, Naidoo sugiere reducir el consumo de azúcares refinados y alimentos ultraprocesados. “Los alimentos procesados pueden alterar el equilibrio de bacterias en el intestino, lo que tiene un impacto directo en la función cerebral debido a la conexión entre el intestino y el cerebro”, menciona. Según sus estudios, el microbioma intestinal juega un papel crucial en la producción de neurotransmisores como la serotonina, lo que refuerza la relación entre la salud intestinal y el estado de ánimo.
Estrategias nutricionales para trastornos específicos
Naidoo se centra en la psiquiatría nutricional, un campo emergente que explora cómo los nutrientes influyen en trastornos mentales específicos. Por ejemplo, para las personas que sufren de depresión, sugiere una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, especialmente aquellos presentes en vegetales de hojas verdes, frutas de colores intensos y cereales integrales. En su opinión, estos alimentos ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cerebro, uno de los factores que contribuyen al desarrollo de la depresión.
En otro de sus trabajos, Naidoo señala que el consumo de alimentos fermentados, como el yogur o el kimchi, es beneficioso para la ansiedad, ya que contienen probióticos que mejoran la flora intestinal y, por ende, el bienestar emocional. Este enfoque es coherente con investigaciones recientes que subrayan el papel del “eje intestino-cerebro”, un canal bidireccional de comunicación entre ambos sistemas.
Impacto del café y el chocolate
Uma Naidoo también aborda el consumo de alimentos populares, como el café y el chocolate, que pueden tener efectos tanto positivos como negativos sobre el cerebro. Según sus estudios, el café, consumido con moderación, puede mejorar el estado de alerta y la concentración debido a su contenido de cafeína. Sin embargo, Naidoo advierte que el exceso de cafeína puede agravar la ansiedad y el insomnio en personas sensibles. En cuanto al chocolate, especialmente el chocolate negro, menciona que contiene flavonoides y magnesio, que pueden mejorar la circulación cerebral y reducir los síntomas de depresión y ansiedad. “El chocolate oscuro, cuando se consume en pequeñas cantidades, tiene beneficios neuroprotectores”, sostiene Naidoo.