Más allá de los beneficios para la salud, el deporte también es importante en el crecimiento como persona y a la hora de entablar vínculos sociales. Esto último toma más relevancia aún si se trata de adolescentes, quienes a su edad experimentan cambios de todo tipo.
En el programa Suban el Volumen que se emite por La Red de Medios (89.3 MHz), el entrenador de hockey sobre césped, Agustín Narváez, quien trabaja a diario con cerca de 30 adolescentes mujeres entre 12 y 16 años, explicó cómo es tratar con un grupo heterogéneo y, al mismo tiempo, la búsqueda de la consolidación del mismo como equipo.
En primer lugar, el entrenador expresó que para alcanzar tal fin, lo primero que busca es que las adolescentes, quienes "tienen motivaciones y objetivos distintos", sean empáticas con las demás, aprendan a ceder y compartir. "Apuntamos a que todas se encolumnen detrás de un objetivo en común", resaltó.
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Asimismo, Narváez se refirió a cómo es tratar la frustración en edades tan tempranas: "Es complejo hacerlas entender que el éxito no está siempre relacionado con un buen resultado deportivo. Hay que valorar el progreso, los pequeños pasos. En otras palabras, el crecimiento".
En este sentido, el DT afirmó que "después de la pandemia cuesta muchísimo manejar el tema de la frustración porque estuvieron dos años encerradas, consumiendo redes sociales en exceso. Es decir, viendo experiencias de vida que parecen perfectas". Según entiende Narváez, esto genera que todo el tiempo las jóvenes se comparen y no se sientan "suficientes".
Además, el entrenador de inferiores manifestó que "cuesta que las adolescentes no se cierren entre ellas y compartan lo que les pasa". Además, subrayó que notó que las jóvenes valoran mucho más una apreciación positiva por parte de sus pares, que si lo hace un mayor.
En cuanto a lo estrictamente deportivo, Agustín Narváez apuntó que la clave en un equipo radica en que todas entiendan que pueden ser "talentosas", pero en diferentes funciones. "Algunas pueden ser más buenas con la bocha, otras en velocidad o simplemente escuchando a sus compañeras. Las comparaciones hacen mucho daño", remarcó.
Por último, el entrevistado expuso la importancia que los padres se involucren y sean parte del acompañamiento a las adolescentes. "La idea es que se sumen. Cuando vemos que tienen actitudes negativas se las compartimos para mejorar", destacó.
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