El primer hecho ocurrió alrededor de las 20.20, en un supermercado ubicado en la intersección de avenida España y Pedro de Valdivia. Según el relato incorporado a la causa, personal de seguridad del local observó el ingreso de dos hombres con actitud sospechosa y decidió seguirlos de cerca.
En ese contexto, uno de los sujetos abrió una heladera donde se exhibía carne sellada al vacío y ocultó un corte entre su ropa. Al advertir la maniobra, el guardia cerró la puerta del comercio. En ese momento, el segundo hombre discutió con la seguridad y se retiró del lugar.
El primero intentó salir del local, pero fue reducido por la seguridad con ayuda del personal del supermercado. Durante la requisa se le encontró carne envasada al vacío oculta entre sus prendas, por lo que se dio aviso al 911 y se concretó la detención.
La causa fue encuadrada como hurto simple en grado de tentativa, robo simple en grado de tentativa y hurto simple en grado de tentativa y lesiones en concurso real. Mediante juicio abreviado, el imputado fue condenado a 21 días de prisión efectiva, se declaró su reincidencia y se dispuso la prisión preventiva.
Prendas ocultas y suspensión de juicio a prueba
El segundo episodio ocurrió el 17 de diciembre, cerca de las 19.33, en una tienda de ropa ubicada en avenida Guillermo Rawson y Mitre, en Capital. La imputada ingresó al local y comenzó a ocultar prendas de vestir entre su ropa y en una pequeña cartera.
La maniobra fue advertida por empleados del comercio. Cuando la mujer se dirigió al sector de guardabolsos, junto a la puerta de ingreso, con la intención de retirarse sin pasar por la línea de cajas, la encargada del local le impidió el paso y realizó la aprehensión civil.
Minutos después arribó personal policial y un Ayudante Fiscal, quien dio inicio al procedimiento especial de Flagrancia.
En este caso, el hecho fue calificado como hurto en grado de tentativa y se resolvió otorgar una suspensión de juicio a prueba por un año. Entre las condiciones impuestas, se estableció una reparación simbólica de $10.000, destinada a merenderos, y la realización de 20 horas de trabajo no remunerado en el municipio del domicilio de la imputada, a cumplir en un plazo de cuatro meses.
Distintos antecedentes, distintas salidas
Ambos casos reflejan cómo, ante delitos similares, la Justicia puede aplicar respuestas penales diferentes, teniendo en cuenta los antecedentes, el contexto y la situación personal de cada imputado. Mientras uno terminó con prisión efectiva, el otro accedió a una salida alternativa, orientada a la reparación y a evitar una condena de cumplimiento inmediato.