El dato central: la cifra más baja de víctimas fatales
Más allá del despliegue operativo, el jefe del D7 puso el foco en un dato que marca un quiebre en la serie histórica: 2025 registra, hasta el momento, el número más bajo de víctimas fatales por siniestros viales desde que existen registros oficiales. “Tenemos que lamentar hasta hoy 61 víctimas fatales en todo este año, que es el número más bajo que llevamos desde que hemos empezado los registros”, afirmó.
El dato adquiere mayor relevancia al compararse con años anteriores:
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2025: 61 víctimas fatales (con 11 días aún por cerrar el año)
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2024: 74 muertes a esta misma altura
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2020 (pandemia): 65 muertes en el mismo período
“Estamos diciendo que faltan solamente 11 días para que cierre el 2025 y los números son mejores inclusive comparándolos con el año de la pandemia”, destacó.
Un alivio estadístico que no genera conformismo
Pese a los números alentadores, Díaz fue enfático en remarcar que la baja en las cifras no implica relajamiento en los controles ni satisfacción institucional. “La proyección es muy buena, pero eso no nos tranquiliza. Nosotros no queremos que haya ningún siniestro fatal”, sostuvo.
Y agregó: “No es que estamos tranquilos porque tenemos números bajos. Seguimos trabajando porque no queremos que haya un próximo”.
Otro de los puntos centrales de la entrevista fue el perfil de las víctimas. Aunque las estadísticas finales aún no están cerradas, la tendencia vuelve a repetirse. “La proyección indica que sobre un 35% de las víctimas fatales eran conductores de motocicletas”, explicó Díaz.
El dato refuerza una problemática persistente en el tránsito y mantiene a las motos como uno de los principales focos de atención en materia de controles y prevención.
Análisis: prevención sostenida en un escenario sensible
El balance que dejó la entrevista combina dos ejes centrales: un resultado estadístico histórico, con menos muertes que en años previos, incluso que durante la pandemia; y un escenario de máxima alerta, con operativos reforzados durante fechas críticas.
La estrategia apunta a sostener la tendencia descendente sin perder de vista que, detrás de cada número, hay una vida y una familia afectada.