El mandatario tiene previsto reunirse el domingo por la noche en el Hotel Libertador con su círculo más cercano. En ese encuentro escuchará las posturas de su entorno más influyente: el denominado “Triángulo de Hierro” y el jefe de Gabinete.
Mientras Francos insiste en la necesidad de ampliar la base política y conformar una coalición, incluso con sectores del PRO, Karina Milei y Santiago Caputo mantienen su postura de cerrar filas y evitar un avance del macrismo dentro del Gobierno.
El resultado de los comicios podría definir la magnitud de los cambios. Un revés electoral podría obligar a ceder espacios para garantizar gobernabilidad, mientras que una victoria daría margen para mantener la conducción concentrada en el núcleo libertario.
Francos vs. Caputo: la tensión interna
La principal incógnita gira en torno a la relación entre Guillermo Francos y Santiago Caputo, marcada por diferencias de criterio en la toma de decisiones. Francos reclama que el asesor tenga un cargo formal por su peso en la gestión, mientras que en el entorno presidencial reconocen que Caputo asumirá un rol central en la nueva etapa del Gobierno.
Los rumores sobre un posible reemplazo en la Jefatura de Gabinete se intensificaron luego de que Milei destacara públicamente la influencia del asesor en su esquema político. Desde el entorno de Francos, sin embargo, aseguran que el funcionario esperará a hablar con el Presidente el domingo antes de definir su futuro.
Los cambios anticipados y los próximos movimientos
A las renuncias de Werthein y Cúneo Libarona se sumó la designación anticipada de Pablo Quirno como nuevo canciller. El secretario de Finanzas, hombre de confianza de Luis Caputo, asumirá en el Palacio San Martín, un movimiento interpretado como una ratificación del poder del ministro de Economía dentro del Gabinete.
La decisión de adelantar su nombramiento fue leída también como una forma de cerrar esa vacante antes de eventuales negociaciones con Mauricio Macri, quien había acercado nombres de su espacio para integrar el Gobierno.
En tanto, el Ministerio de Justicia permanece vacante. Entre los nombres que suenan para ocuparlo figuran el del actual viceministro Sebastián Amerio —cercano a Santiago Caputo— y el del intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, en el marco de una posible fusión con la cartera de Seguridad.
En Defensa, que quedará libre tras el regreso de Luis Petri al Congreso, circulan los nombres del brigadier Xavier Isaac y de la actual jefa de Gabinete de esa cartera, María Luciana Carrasco, aunque no se descarta la incorporación de algún dirigente radical afín a La Libertad Avanza.
El equilibrio de poder tras las elecciones
El futuro del Ministerio del Interior también dependerá del rumbo que tome la Jefatura de Gabinete. Si Guillermo Francos continúa, Lisandro Catalán podría seguir al frente de esa cartera. Pero si el Presidente opta por un cambio, el área podría pasar a manos de un funcionario alineado al esquema que imponga Santiago Caputo.
Con las elecciones legislativas como punto de inflexión, el Gobierno se prepara para una reconfiguración política que marcará el inicio de la segunda etapa de la gestión libertaria. Todo se definirá el domingo, cuando Javier Milei decida, desde el Hotel Libertador, cómo será el nuevo tablero de poder.