El jueves pasado, mientras el Gobierno buscaba cerrar el acuerdo financiero con Washington, Caputo mantenía un encuentro silencioso en las oficinas de su consultora Move Group, en Puerto Madero. A la cita asistieron dirigentes clave de la oposición dialoguista: Cristian Ritondo (PRO), Rodrigo de Loredo (UCR) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal).
También participó Barry Bennett, un asesor republicano con vínculos con Donald Trump y la estructura de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). Esa reunión, discreta pero elocuente, fue leída dentro y fuera del Gobierno como una señal de reposicionamiento político de Caputo.
Milei confirmó cambios
En declaraciones, el presidente Javier Milei confirmó que habrá una “reorganización forzosa” de su equipo tras las elecciones legislativas. Si bien evitó dar nombres, no dudó al ser consultado sobre un posible rol para su estratega más influyente: “Santiago Caputo absolutamente podría tener un cargo”, afirmó.
“No se adelantan los nombres ni los cambios. La mejor forma de arruinar a un funcionario es anticiparle que le va a dar un cargo. Lo mata”, agregó Milei. El jefe de Estado vinculó directamente la eventual reconfiguración de su Gabinete con el resultado de las elecciones de medio término. “Un buen número sería el tercio que me permita defender las políticas del Gobierno”, aseguró.
Milei regresó recientemente de su viaje a Estados Unidos, donde mantuvo un encuentro con Trump en la Casa Blanca, un gesto que también refuerza el poder de Caputo en la mesa chica oficialista.