El Papa ha añadido que piensa “de forma especial, en todas las mujeres que han recurrido al aborto.Conozco bien los condicionamientos que las condujeron a esa decisión. Sé que es un drama existencial y moral. He encontrado a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa”. Ante esa situación, Francisco advierte de que “el perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido” y anuncia que ha concedido a todos los sacerdotes “la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón”.El Cardenal Valasio de Paolis, ha recordado que el “aborto sigue siendo un pecado y el Papa no ha decidido derogarlo” y ha señalado que “es normal, con motivo del Jubileo, la Iglesia levante todos los obstáculos para permitir la absolución de pecados tan graves como el aborto”.En la carta Francisco también hizo una mención especial a los ancianos y enfermos que viven solos y señaló que el Jubileo debe ser “una gran amnistía” para aquellos presos que, “incluso mereciendo una pena, han tomado conciencia de la injusticia cometida y desean sinceramente integrarse de nuevo en la sociedad dando su contribución honesta”.Tampoco quiso olvidarse de los reclusos que han decidido volver a integrase en la sociedad, a los que mandó el siguiente mensaje “todos ellos llegue realmente la misericordia del Padre que quiere estar cerca de quien más necesita de su perdón. En las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia, y cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, pueda este gesto ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas en experiencia de libertad”.