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Las estafas virtuales más usadas para vaciar cuentas bancarias

Ante el avance de los fraudes online es necesario tomar recaudos y poner en práctica diferentes medidas de seguridad.

En una época en la que los dispositivos conectados a internet se han vuelto una parte integral de nuestras vidas, la ciberseguridad ya es una disciplina que hay que tomarse en serio.

La facilidad y comodidad de realizar transacciones en línea, acceder a nuestros datos personales y conectarnos con el mundo, también ha abierto la puerta a un creciente número de amenazas.

Las estafas por Internet suelen combinar dos elementos habituales en los mecanismos de fraude, que los delincuentes aprovechan para robar datos, información y dinero: la suplantación de identidad y la urgencia, desesperación o poca información de la víctima.

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Estas son las principales estafas virtuales de las que hay que cuidarse

1. Phishing

En este tipo de estafa, los ciberdelincuentes se hacen pasar por un tercero de confianza para que las víctimas compartan información o realicen descargas de programas maliciosos. Es una de las técnicas más empleadas en piratería informática. Habitualmente se canalizan por correo electrónico, mensajes de texto o vía WhatsApp.

Una vez que la víctima hace clic en el enlace, es dirigida a una página falsa que simula ser la oficial de una empresa u organismo. Allí se le pedirá que ingrese usuario y contraseña. Al hacerlo, los ciberdelincuentes habrán capturado esos datos y podrán acceder a la cuenta de la persona y cambiar las claves. Si se trata de un homebanking, podrán transferir fondos y pedir préstamos, por ejemplo.

2. Ataque desde cuentas falsas y perfiles clonados

Una técnica de estafa bastante común es la de simular ser una persona conocida de la víctima y pedirle plata por diferentes motivos: para pagar un médico de urgencia, para comprar una oferta increíble, ponerse al día con deudas, etc.

Este tipo de fraude ocurre luego de que el delincuente haya obtenido acceso a una cuenta de WhatsApp. A partir de entonces, comienzan a comunicarse con todos los contactos de la agenda, haciéndose pasar por el verdadero dueño del perfil.

3. Estafas desde cuentas verificadas

La tilde de verificación azul en plataformas de redes sociales como Twitter o Instagram, no solo permite monetizar contenido y conseguir sponsors. Esta marca en manos de delincuentes puede ser aprovechada para engañar a usuarios, ganar su confianza y conseguir datos privados o solicitar transferencias por la compra de un producto que nunca llegará.

4. Estafas románticas

Los piratas informáticos también se aprovechan de las personas que buscan pareja o un encuentro romántico a través de internet. No solamente atacan desde apps de citas, como Tinder, sino que también aparecen en servicios de mensajería como WhatsApp o Telegram, o en redes sociales (mensajes directos en Twitter, o textos en WhatsApp)

En estos casos, el estafador se gana la confianza de la víctima y luego de promesas de encuentros, regalos y demás, solicita dinero.

Otra forma de estafa dentro de esta categoría incluye la amenaza de publicar fotos íntimas de la víctima a menos que se les haga un depósito.

5. Scareware

Los scareware son programas maliciosos que tienen el objetivo de engañar a usuarios para que visiten sitios web infectados con virus.

Suelen aparecer en ventanas emergentes, con mensajes o advertencias que simulan a publicidades de empresas legítimas. Generalmente, advierten al usuario que su equipo corre riesgo de infección o ya ha sido infectado con un poderoso virus que borrará toda la información.

Ante estas situaciones, presionados por la urgencia y el temor, muchas personas hacen clic en esos pop-ups, compran software inútil, descargan un virus verdadero o visitan sitios infectados, desde donde les pueden robar los datos de navegación y claves.

6. Ofertas atractivas y ventas falsas

Las estafas y robos que ocurren en torno a las compraventas desde el Marketplace de Facebook son cada vez más comunes. Muchas veces, después de enviar una transferencia, el producto no llega nunca y el vendedor desaparece de la plataforma. En otras oportunidades, la víctima es abordada por delincuentes en el lugar pactado para el intercambio y le roba las pertenencias.

Cómo prevenir estas estafas virtuales

Existen tres vías de prevención fundamentales ante este tipo de estafas virtuales: el sentido común, la información y mantener la calma. Estas prácticas permiten aplicar una mirada atenta, pensar antes de actuar y evitar malos tragos.

Luego hay una serie de claves para evitar caer en trampas de ciberdelincuentes:

Prestá atención a la URL (la dirección) de la página donde vas a ingresar tus datos. Corroborá que tenga el candadito a la izquierda y que comience con https://. Sin la S, es probable que el sitio sea falso y no sea seguro ingresar tus datos.

Antes de pulsar o hacer clic en cualquier enlace que llegue por Whatsapp, mensaje de texto, email o en redes sociales, es fundamental confirmar que se trata de una acción habitual de la empresa o servicio que se utiliza. En este punto es esencial saber que los bancos, los organismos gubernamentales y otras entidades nunca piden claves por teléfono, correo electrónico o redes sociales. Este es un claro ejemplo de cómo la información es fundamental para eludir estos fraudes.

En caso de recibir un mensaje desesperado de un familiar o conocido que pide dinero, se recomienda contactar a esa persona por otro medio y confirmar que efectivamente se trata de un pedido genuino.

No abras adjuntos en correos de remitentes desconocidos o sospechosos, aunque se presenten como de empresas conocidas y vendedores oficiales.

Confirmá que los perfiles en redes sociales de las empresas que te contactan son efectivamente sus cuentas oficiales.

Evitá contestar mensajes o publicidades sobre concursos, premios o pedidos de ayuda.

Desactivá y cancelá cualquier descarga de archivos automática a tu dispositivo.

Tené cuidado con los banners de publicidad que aparecen al navegar. Buscá errores gramaticales y de ortografía, palabras mal escritas o direcciones sospechosas.

Evitá las ofertas que llegan por WhatsApp y redes sociales. Muchas llevan a sitios fraudulentos.

Buscá opiniones en otros sitios para comprobar si la oferta de un producto que te proponen es real o un engaño.

Desconfiá de métodos de pago que se realicen por fuera de las plataformas o sitios web de confianza de las empresas.

Prestá especial atención y tené mucho cuidado cuando coordines un encuentro cara a cara a través del Marketplace de Facebook o cualquier otro que no esté respaldado por empresas legales y registradas.

Algunas cifras sobre el crecimiento de las estafas online

En el último año se registró un 400% de incremento en los ataques y 70% en la comisión efectiva de delitos online.

Los ataques de phishing están en su nivel más alto en 3 años.

Un 70% de los fraudes online se realiza a través de dispositivos móviles.

El número de transacciones fraudulentas que se originan en aplicaciones para celulares aumentó un 680%.

FUENTE: TN