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Según un estudio, el mayor uso del agua en San Juan está destinado a la agricultura

Especialistas de la Universidad Nacional de San Juan estiman que la situación hídrica será mas compleja en los próximos años y que hay que adaptarse al nuevo panorama.

El Magíster Silvio Pastore, de la Facultad de Ciencias Exactas, realizó un análisis detallado sobre la situación hídrica de la provincia de San Juan, y brindó datos acerca del estado actual del recurso y las proyecciones a futuro.

Según explicó Pastore, en el programa radial "Suban el volumen", desde la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), diversos grupos de trabajo vienen estuduando el agua desde distintos enfoque desde hace muchos años. En 2018, los especialistas advirtieron sobre la etapa de sequía que efectivamente se concretó entre 2021 y 2023. Ahora, los datos indican que la situación es aún más grave que en años anteriores.

"Es un panorama crítico en cuanto al clima y el agua. Requiere la atención que merece", expresó el especialista. Si bien el clima es cíclico, lo que preocupa a los científicos es que este proceso se está superponiendo con otro fenómeno de gran impacto: el calentamiento global.

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Glaciares en retroceso y reservas de agua en peligro

Uno de los datos más alarmantes es la disminución acelerada del agua en estado sólido. Entre 2015 y 2020, los glaciares de San Juan redujeron su superficie en un 27%, según el Inventario Provincial de Glaciares (2017) y su actualización en 2022.

"Nunca antes habíamos registrado una tasa de reducción tan elevada y sostenida", advirtió Pastore, subrayando la urgencia de adoptar medidas de adaptación.

En San Juan, la distribución del agua sigue un patrón similar al de otras provincias con climas áridos. El 80% del recurso se destina a la producción de alimentos, mientras que el 20% se reparte entre el consumo poblacional, espacios verdes y otras actividades, con un porcentaje mínimo destinado a la minería.

Durante la crisis hídrica 2022-2023, la distribución del agua del río San Juan fue la siguiente:

  • Agricultura: 63%

  • Abastecimiento poblacional: 26%

  • Recreativo y otros: 4%

  • Uso público: 4%

  • Industria: 2%

  • Minería: 1%

En tiempos normales, la agricultura suele recibir más del 80% del agua disponible.

Pastore enfatizó que, si bien el impacto humano en la naturaleza es alto, revertir la situación a nivel provincial es muy difícil. Sin embargo, destacó la importancia de adaptarse a esta nueva realidad climática y gestionar el agua de manera más eficiente.

"San Juan enfrenta un reto enorme. No podemos frenar el cambio climático, pero sí mitigar sus efectos y ser más responsables con el uso del agua", concluyó el especialista.