Rodríguez también habló del peso que tiene abrir en un feriado nacional desde el punto de vista económico. “Un empleador que decide abrir tiene que pagar el día doble, devolver el franco compensatorio, y encima se vende entre un 70 y un 80% menos. Es totalmente antieconómico”, afirmó.
El panorama se agravó por la tarde: “Muchos abrieron solo hasta el mediodía y después se fueron. En la tarde fue peor, menos de la mitad de lo que se vio en la mañana. El centro estaba desierto”, sostuvo. Aunque aclaró que en los departamentos alejados, algunos comerciantes trabajaron igual: “En esas zonas hay más propietarios que atienden ellos mismos sus locales y no tienen empleados, entonces abrir sin vender no les significa una pérdida tan directa”.
Pese a este bajón, Rodríguez destacó que hubo dos días positivos en el mes gracias al Día del Padre. “El viernes previo al domingo fue un estallido en el centro, y el sábado también. Coincidió con el cobro del medio aguinaldo por parte de los empleados públicos, y eso generó un pico de consumo que nos vino muy bien”, contó. En esa fecha, el ticket promedio fue de 43.000 pesos y las ventas crecieron un 2,3% respecto del año anterior.
Los productos más vendidos fueron calzado, ropa de abrigo como gorros, bufandas y guantes, y en tercer lugar, celulares. “Fue un alivio en medio de una situación que sigue complicada”, reconoció.
Por último, Rodríguez habló del contexto nacional y el impacto que tiene en el comercio. “El Gobierno está haciendo lo correcto en lo macroeconómico: controlar el dólar, bajar la inflación. Pero el ciudadano común no recupera el poder de compra, y mientras eso no suceda, las pymes vamos a seguir con ventas negativas”, advirtió. “Ya llevamos 15 meses así”, concluyó.