- Confirmación de las denuncias: El consultor ratificó que Spagnuolo le había "hablado de hechos de corrupción" y de "coimas", una información que, según había deslizado previamente, "alguien tenía guardada" y "la usaron en época de elecciones". Cerimedo había anticipado a Clarín que la charla filtrada no fue con él, pero que Spagnuolo "en cuotas" ya le había contado sobre posibles irregularidades.
- Negación de la grabación: Cerimedo enfatizó que no fue él quien grabó a Spagnuolo. Argumentó que nunca se reunió con él en una confitería "como se puede escuchar de fondo en los audios". También mencionó que la relación entre ellos no terminó bien y que Spagnuolo podría haber pensado que él lo grabó por eso, pero desestimó la idea: “Yo tuve un diario que banca al Gobierno, me cargué la campaña al hombro. ¿Para qué voy a tirar esa bomba? ¿Con qué finalidad, para dañar al pelado?”.
- Vínculo con Spagnuolo: Cerimedo no negó su buen vínculo con el exdirector de ANDIS, señalando que fue el presidente Javier Milei quien los presentó. Explicó que Spagnuolo "le contaba cosas de internas y de política" con las mismas expresiones que se escuchan en las grabaciones. Además, dijo que en esa supuesta charla filtrada "no hablábamos del presidente, hablábamos de Javier”, en referencia a la cercanía de Spagnuolo con Milei.
La defensa de los empresarios Kovalivker, por su parte, ha interpuesto un planteo pidiendo la nulidad de la investigación, argumentando que se inició en base a una grabación que es producto de un ilícito y una "violación a la intimidad de Spagnuolo".
En una semana vence la prórroga del secreto de sumario, momento en el que las partes tendrán acceso al expediente. En este contexto, Diego Spagnuolo evalúa convertirse en "imputado colaborador" para mejorar su situación legal, lo que lo obligaría a decir la verdad y aportar datos novedosos y de relevancia para la investigación, apuntando posiblemente hacia alguien de mayor jerarquía.
FUENTE: noticiasargentinas.com