También aseguró que trabaja de manera particular, que las mujeres que aparecen en sus videos también generan contenido por su cuenta y no recibió ninguna denuncia hasta ahora. Incluso señaló que no es un caso aislado dentro de la fuerza: “No soy la única que tiene un segundo trabajo; hay compañeras y compañeros en lo mismo”.
Durante la entrevista también dio detalles sobre el contexto personal que atravesó en los últimos meses. Contó que estuvo internada y bajo tratamiento neurológico en junio, y que en ese período sufrió hostigamiento y acoso sexual por parte de su expareja. “Todavía no tengo el alta neurológica, pero sí el psiquiátrico”, indicó.
Además, buscó despejar versiones que circularon tras la viralización de los videos. “No vivo en un barrio privado y esa casa no es mía”, aclaró.
En las últimas horas, un abogado pidió a la Justicia Federal que investigue el episodio como trata de personas con fines de explotación sexual.
Según la denuncia, que fue presentada por el abogado Rodrigo Tripolone en el Juzgado Federal de Tres de Febrero, la policía suspendida sería la figura central de una serie de cuentas de redes sociales que publican contenido erótico monetizado y que muestran producciones compartidas con otras mujeres jóvenes.