Además, los científicos señalaron que, aunque la destrucción total del planeta ocurrirá en un futuro lejano, la vida humana podría extinguirse mucho antes debido a fenómenos actuales. El calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la disminución del oxígeno atmosférico son algunos de los riesgos que podrían comprometer la habitabilidad terrestre en los próximos milenios.
El informe también destaca que la zona habitable del sistema solar se desplazará hacia afuera a medida que el Sol aumente su temperatura superficial. "Este movimiento dejará a la Tierra por fuera de las condiciones necesarias para mantener agua líquida y sostener la vida tal como la conocemos. En esa transición, el planeta perderá primero su atmósfera, luego sus océanos y, finalmente, su estructura superficial", indicaron desde la NASA.
A pesar de lo dramático de las proyecciones, los especialistas remarcaron que el verdadero riesgo no es la destrucción final del planeta, sino la aceleración del deterioro ambiental actual. "La contaminación, la sobreexplotación de recursos y el aumento global de temperaturas amenazan la supervivencia humana en un plazo mucho más inmediato. El destino final de la Tierra es inevitable desde el punto de vista cosmológico, pero la prolongación de la vida en el planeta depende de decisiones urgentes. Proteger los ecosistemas, reducir emisiones y frenar el calentamiento global son las claves para evitar un final anticipado", concluyeron los especialistas.
FUENTE: Perfil