Los productos primarios y los combustibles y energía fueron los más afectados, con descensos de 16,1% y 13,5% respectivamente. En contraste, las manufacturas de origen industrial crecieron 13,1%, traccionadas por mayores precios, especialmente en piedras y metales preciosos.
Por otro lado, las importaciones totalizaron u$s6.006 millones, con una suba interanual del 38,7%. El aumento fue impulsado por un salto del 47,5% en las cantidades, pese a una caída de 6% en los precios.
Se destacaron las compras de vehículos automotores (107% más), bienes de capital (74,1%) y bienes de consumo (75,7%). El aumento refleja una recuperación de la demanda interna y un mayor dinamismo en sectores que dependen de insumos importados.
Aunque el índice de términos del intercambio mejoró un 8,3% respecto al año pasado -lo que indica que Argentina exportó a mejores precios relativos que los que pagó por importar-, la balanza comercial se vio afectada por el desequilibrio en volúmenes.
El informe muestra que si hubieran persistido los precios del año anterior, el país habría registrado un déficit de USD 174 millones. Así, el superávit actual se sostiene más por precios favorables que por una mejora estructural del intercambio.
FUENTE: Ámbito