El primer set fue una batalla sin tregua en la que todo se definió en el tiebreak. Después de dos quiebres por lado, llegaron al desempate donde la paridad se mantuvo hasta los últimos puntos, pero la nacida en Leicester 28 años atrás cerró el parcial 9-7 a su favor, gracias a una pequeña ventaja en el final.
En la segunda manga, cuando parecía que podía acusar recibo del golpe recibido, la bonaerense sacó su mejor versión, aprovechó la baja del rendimiento de su contrincante y con tres roturas de servicio logró llevar el match al tercer set.
Ya en el parcial de cierre, la albiceleste siguió con el mismo patrón de juego, inapelable desde el fondo, y obtuvo dos quiebres en los primeros turnos de saque de Boulter para sacar una ventaja que sería imposible de remontar. Con un público que apoyó a su representante durante todo el encuentro, Sierra hizo historia para el deporte nacional.
Tras el match y con las pulsaciones a mil, Solana habló ante un estadio que supo valorar el esfuerzo y olvidó que su víctima fue una representante local. “El sentimiento es increíble, sabía que iba a ser un match difícil, contra una gran jugadora, tenía que poner el foco en mi misma y disfrutar de Wimbledon, que es un sueño y ante este público”, sostuvo avergonzada ante el contexto.
Al ser consultada acerca de su logro al haber vencido por primera vez a una Top 50, sostuvo: “Estoy super orgullosa, desde el inicio con mi equipo tenía la confianza de poder ganar este partido”. Y concluyó sus palabras con una anécdota que demostró lo inesperado para ella por lo que sucede por estos días con su vida profesional: “Perdí en la tercera ronda de qualy, ya cambié tres veces de departamento y hemos tenido que cambiar ahora otra vez la reserva. Es un lindo problema”.
La británica de 28 años está 43° actualmente, pero a fines del año pasado alcanzó su mejor ranking (23°) y ostenta tres títulos WTA en su trayectoria: venía de eliminar a la española Paula Badosa, 9ª mejor raqueta del planeta, en el debut por un 6-2, 3-6 y 6-4.
El próximo escollo –a priori el viernes 4 de julio– será la española Cristina Bucsa (102° del ranking individual), que es una de jugadoras destacadas del circuito en dobles (40°). La europea de 27 años, quien alcanzó su mejor registro singles WTA hace un año con el puesto 56°, viene de sacar del camino a la australiana Kimberly Birrel (74°) en el estreno en dos parciales y luego superó también en sets corridos a la croata Donna Vekic, 22ª preclasificada y 25° del ranking femenino.
El cuadro marca que la llave de cuarta ronda enfrentará a la ganadora de Sierra-Buca contra la vencedora del duelo entre la alemana Laura Siegemund (104°) y la norteamericana Madison Keys (8°).
Gisela Dulko había sido la última representante del país en tercera ronda de este Grand Slam sobre césped. En el 2009, cayó en tercera ronda ante la rusa Nadia Petrova. En el 2008, también había alcanzado esta instancia con el mismo resultado adverso: fue eliminada por la rusa Elena Dementieva. El otro registro de Dulko en esa instancia había sido en 2006, cuando tropezó con la francesa Séverine Brémond.
Solana, que arribó al cuadro principal como lucky loser, ahora tendrá un nuevo objetivo personal, pero también un desafío histórico en la tercera fase contra la española Bucsa. Hace 21 años, en la edición 2004 de Wimbledon, Paola Suárez firmó la mejor actuación reciente del tenis nacional cuando desembarcó en cuartos de final y fue superada por la francesa Amélie Mauresmo. Suárez venía de tocar la cuarta ronda en el 2003, donde había sido superada por la italiana Silvia Farina Elia, y tercera fase en el 2000 (perdió con Lindsay Davenport).
Gabriela Sabatini, la tenista argentina más representativa de la historia, dejó varias actuaciones inolvidables en este Grand Slam sobre césped, con la derrota en la final de 1991 ante Steffi Graf en tres sets como su punto cúlmine. Pero Gaby además disputó tres veces la semifinal (1986 y 1990 perdió con Martina Navratilova; y en 1992 con Graf) y otras tres veces los cuartos de final (1987 fue superada por Graf, en 1993 por la checa Jana Novotná y en 1995 la eliminó la española Conchita Martínez).