Y que no llamen es una señal: la gran oportunidad para Herrón. De la misma forma que si queda afuera en los playoff, se dirá que Boca tiró el torneo y al otro día saldrá a cerrar a un DT para el Mundial de Clubes.
"Si me toca estar a mí hasta el final y lograr el objetivo, feliz de la vida, obviamente, de por ayudar. Y si logramos el título, ni hablar. Vamos día a día y después vemos", dijo después del empate 1-1 ante Tigre, con una sonrisa que no podía ocultar.
La extensión de Román
En la Reserva, volvió a posicionarse. También ayuda que los últimos títulos de Boca hayan sido con la fórmula de interinos oficializados (Battaglia e Ibarra) y después hayan pasado DT con trayectoria sin dar vueltas olímpicas (Almirón, Diego Martínez y Gago).
Herrón no tiene la espalda en Boca de Battaglia e Ibarra, pero es el técnico que quisiera Román de forma definitiva incluso en el Mundial de Clubes si en la elección y la apuesta no asumiera la posibilidad de consecuencias complicadas. Porque sería poner en el cargo a "una extensión de sí mismo". Su mano izquierda, si su hermano Chanchi es la mano derecha. El amigo que en los asados en el sum de Boca Predio se siente a su lado y el que lo acompaña en el palco de la Bombonera.
"Román nunca va a estar más cómodo que con él, porque la confianza que tienen no la tenía con ningún otro. Es un riñón de Román, el otro pulmón", opinaron en su momento desde Ezeiza.
Y más allá de su capacidad, que dicen que "es superior a Battaglia e Ibarra", al ser un riñón, un pulmón o una extensión de sí mismo, la realidad es que no habría paraguas para Riquelme. No habría un DT responsable de la forma en que juegue Boca, sino que el apuntado podría ser directamente él.
No habrá Gago para señalar y desquitarse. Y con el crédito que fue perdiendo la gestión actual por tocar fondo al no jugar la Libertadores, podría ser un combo explosivo. Una decisión muy jugada que está en etapa de prueba pero más firme que otras veces, claro.