En su cuenta de Truth Social, Trump ya había ironizado sobre el ataque tras anunciarlo públicamente. “Bajo mi liderazgo, nuestro país no permitirá que prospere el terrorismo islámico radical. Que Dios bendiga a nuestras Fuerzas Armadas y Feliz Navidad a todos, incluidos los terroristas muertos”, escribió.
A los dichos del presidente se sumó el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien publicó en la red social X: “El asesinato de cristianos inocentes en Nigeria debe terminar. El Departamento de Guerra siempre está listo, como lo descubrió ISIS esta noche, en Navidad. Hay más por venir”.
Cómo fue el ataque
De acuerdo a la información oficial, la operación incluyó el lanzamiento de una decena de misiles Tomahawk desde un buque de la Armada estadounidense desplegado en el Golfo de Guinea. Trump calificó la ofensiva como “poderosa y mortal” y sostuvo que fue una respuesta directa a los ataques contra civiles.
El Comando de África de Estados Unidos (Africom) informó que los bombardeos contra campamentos de milicias afiliadas al ISIS provocaron “múltiples víctimas” en el estado de Sokoto, cerca de la frontera con Níger.
Horas después del anuncio de Trump, autoridades de Nigeria confirmaron que el ataque fue realizado de manera conjunta con Estados Unidos. El canciller nigeriano, Yusuf Tuggar, reveló que habló durante 19 minutos con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, antes de la ofensiva, y que el presidente Bola Ahmed Tinubu dio su autorización.
Por su parte, el portavoz de las Fuerzas Armadas de Nigeria, teniente general Samaila Uba, aseguró que la operación se basó en “información fidedigna y una cuidadosa planificación operativa”, con el objetivo de debilitar la capacidad de los terroristas y minimizar daños colaterales.
Contexto de violencia en Nigeria
El Gobierno nigeriano rechazó la acusación de una “masacre de cristianos” y recordó que los grupos armados que operan en el país asesinan tanto a musulmanes como a cristianos. En los últimos meses, la violencia se intensificó y los grupos insurgentes vinculados a ISIS y Al Qaeda ampliaron sus ataques contra objetivos civiles y militares.
Desde 2009, el noreste de Nigeria sufre los embates del grupo yihadista Boko Haram, una situación que se agravó desde 2016 con la aparición del Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP). Según datos oficiales, estos grupos provocaron más de 35.000 muertos y alrededor de 2,7 millones de desplazados internos en Nigeria y países vecinos como Camerún, Chad y Níger.