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Polémica en Israel: en medio de la guerra, la boda del hijo de Netanyahu

La boda del hijo del primer ministro israelí iba a realizarse esta semana, pero fue suspendida por el avance del conflicto bélico. Opositores calificaron el evento como un símbolo de desconexión con la crisis que vive el país.

El hijo del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Avner, decidió postergar su boda con Amit Yardeni, que estaba programada para esta semana en La Granja Ronit, uno de los espacios más lujosos del país. La suspensión se da en medio del recrudecimiento del conflicto entre Israel e Irán, y fue confirmada por medios locales que atribuyen el cambio de planes directamente a la situación bélica.

La ceremonia ya había generado controversia en sectores de la oposición, que cuestionaban tanto el momento elegido como el ostentoso carácter del evento, en un país inmerso en una profunda crisis, con ciudadanos en guerra y rehenes aún retenidos en Gaza. Algunos activistas incluso habían comenzado a organizar acciones para interrumpir el evento como señal de protesta.

Las críticas crecieron especialmente después de que el propio Netanyahu declarara que "todos estamos pagando un precio", lo que fue interpretado como una contradicción al proyectar una boda de alto perfil en plena guerra. En este marco, el mandatario aprovechó una visita al Centro Médico Soroka, en Beersheba, tras haber sido alcanzado por un misil iraní durante la madrugada, para referirse directamente a la cancelación del enlace.

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“Todos nosotros estamos pagando un precio personal”, señaló Netanyahu ante la prensa, y citó como ejemplo la postergación de la boda de su hijo. Consultado por la posibilidad de un ataque directo contra el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, el primer ministro no descartó una represalia: “Nadie es inmune”, afirmó, aunque evitó brindar detalles. “Prefiero que las acciones hablen por sí mismas”, sostuvo, advirtiendo que durante una guerra “las palabras deben elegirse con cuidado, y las acciones, con precisión”.

Netanyahu también aprovechó la ocasión para enviar una crítica indirecta a miembros de su propio gabinete, especialmente al ministro de Defensa, Israel Katz, quien había amenazado públicamente con atacar al líder espiritual iraní. “Espero lo mismo de mis ministros. Todas las opciones están sobre la mesa, pero no deberíamos hablar de ellas en los medios”, cerró el jefe de Estado.