Fuentes del Palacio San Martín indicaron que el excanciller estaba “agotado” por las operaciones y la falta de respaldo presidencial. A eso se sumó la dificultad para consolidar vínculos sólidos con el Partido Republicano estadounidense, un factor que habría generado malestar dentro del área internacional del Gobierno.
El quiebre final se habría precipitado por la posibilidad de que Santiago Caputo asuma como jefe de Gabinete, lo que Werthein interpretó como una amenaza directa a su continuidad.
Internas libertarias al rojo vivo
El 14 de octubre, Daniel Parisini publicó un mensaje que expuso las tensiones dentro del oficialismo:
“Si tan solo tuviésemos un canciller que escuchara lo que viene diciendo Donald Trump, la cosa hubiese sido distinta”, lanzó desde su cuenta, en una clara alusión a Werthein.
La publicación, replicada por cuentas libertarias, fue el punto más alto de una disputa interna que ya venía escalando entre el área diplomática y el núcleo duro libertario que responde a Caputo.
Los posibles reemplazos
Con la renuncia oficializada, el Gobierno ya evalúa nombres para ocupar el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
Entre los principales candidatos figuran:
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Guillermo Francos, actual jefe de Gabinete, quien podría pasar al Palacio San Martín en el marco de una reestructuración ministerial.
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Alec Oxenford, embajador en Estados Unidos y figura cercana a Santiago Caputo.
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Fulvio Pompeo, secretario de Relaciones Internacionales del Gobierno porteño y ex funcionario durante la gestión de Mauricio Macri.
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Federico Pinedo, embajador ante el G20 y de perfil diplomático moderado.
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Nahuel Sotelo, dirigente alineado con Caputo.
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Fernando Iglesias, diputado nacional y presidente del Movimiento Federalista Mundial, que suena como opción sorpresiva.
Mientras tanto, el Palacio San Martín permanece bajo conducción interina, y el Gobierno busca dar una señal de estabilidad política antes de los comicios del domingo.