La Organización Mundial de la Salud está preocupada por las concentraciones que habrá para las fiestas de fin de año. La OMS teme que el optimismo que hay por los avances en cuanto a las vacunas provoque que no se tomen las medidas necesarias para evitar el contagio de COVID-19. "Una celebración puede convertirse en un drama si no se toman precauciones", afirmó el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El funcionario subrayó la necesidad de "no relajarse" ante los datos que indican que se está reduciéndo la transmisión del virus, especialmente en Europa. "Este es el mejor regalo que en estas fiestas se pueden dar, el regalo de la salud, de la vida, del amor y de la esperanza", aseguró Tedros.
La directora de Enfermedades Emergentes de la OMS, María Van Kerkhove, también reiteró la recomendación de quedarse en casa, el teletrabajo, usar barbijo, lavarse las manos y mantener el distanciamiento social. La funcionaria alertó que "es fácil aumentar la cantidad de casos pero es muy difícil reducirlos".
Por otro lado, el organismo anunció que espera tomar decisiones sobre la aprobación para uso de emergencia de las vacunas para el Covid-19 de Pfizer, Moderna y AstraZeneca en las próximas semanas.
Soumya Swaminathan, jefa científica, sostuvo que se podría decidir sobre la vacuna de Pfizer en las próximas "dos semanas" y, en unas pocas más, revisar los candidatos de Moderna y AstraZeneca.
La vacuna de Pfizer ya ha recibido la aprobación de emergencia de Gran Bretaña y Canadá, y podría obtener la de Estados Unidos en unos pocos días. Los primeros receptores británicos fueron vacunados esta semana.
Los funcionarios de la OMS describieron la llegada de las vacunas como un acontecimiento importante, pero subrayaron repetidamente que demorará mucho el poder aplicarlas en todo el mundo y que la vacunación no terminará con la pandemia ni es la solución al virus.