El domingo a la noche, en el discurso en el comando de campaña libertario, el Presidente destacó la figura de Francos a poco de iniciar su mensaje, lo que parecía un fuerte gesto de respaldo, pero luego felicitó uno por uno a todos los integrantes de su Gabinete, incluso al ex canciller Gerardo Werthein, quien le renunció pocos días antes de los comicios generando un fuerte malestar en la filas libertarias.
Se daba por hecho que habría una reconfiguración profunda del Gabinete, con más cambios más allá de los dos obligados por los desembarcos de Patricia Bullrich y Luis Petri en el Congreso nacional, frente a un magro resultado electoral de La Libertad Avanza, a fin de "relanzar" la gestión.
Pero tras el sorpresivo triunfo del domingo, el propio Milei confirmó que esperará al 10 diciembre para decidir e implementar esos cambios. Incluso, no hay que olvidar que rescató 14 puntos en un mes, atravesando una baja fundamental en su equipo, por presuntos vínculos con el narcotráfico. El gobierno, mas específicamente " El Javo", siempre bancó y resistió hasta ultimo momento a suplantar y catapultar la carrera política de su amigo y compañero de inicio en la "Revolución Liberal libertaria" , Espert.
La demora en los cambios no es improvisación: es estrategia. Mantener a los ministros actuales, aunque algunos ya estaban con un pie afuera, es una forma de consolidar autoridad. La política no se mueve solo con decisiones, también con esperas. Y esta vez, la espera juega a favor de quien administra el poder.
Las piezas en juego
La sucesión en Seguridad tiene nombre propio: Alejandra Monteoliva, actual número dos del ministerio. Una funcionaria técnica, de bajo perfil, pero de absoluta confianza para quien deja el cargo y con nada más ni nada menos, que la Jefa, Karina. Su llegada no es un ascenso, sino una continuidad garantizada, casi un pacto entre leales.
En Justicia, otro movimiento quedó congelado. Mariano Cúneo Libarona, que ya había deslizado su salida, seguirá en el cargo. La decisión sorprende por lo simbólica: sostenerlo implica también sostener la imagen de un Gobierno que no se desarma ni siquiera en tiempos de revisión interna. La idea es clara: el poder no se debilita corrigiendo, sino esperando el momento justo para hacerlo.
El viceministro Sebastián Amerio, hombre leal al menor de los Caputo, el que maneja entre tantas áreas, la SIDE, YPF, ARCA y Aduana. Amerio es pieza clave y operador silencioso, seguirá siendo el hombre fuerte detrás del escritorio. En este esquema, la exposición no siempre es sinónimo de influencia. Y Amerio lo sabe.
Lo que aún no se mueve
Mientras tanto, Cancillería y Defensa siguen en observación. Con la renuncia de Gerardo Werthein ya aceptada, el lugar será ocupado por Pablo Quirno, un economista que combina perfil técnico con confianza presidencial.
En Defensa, la charla pendiente con Luis Petri se estira, como todo lo que se define en los tiempos del poder: sin prisa y sin ruido. Siempre se supo que su intención era ocupar un cargo en la cámara, para que le sirva de trampolín a la gobernación de mendoza. Y mas aun cuando el domingo pasado, arrasó con el 50%, con su alianza con el gobierno provincial de Cornejo.
La Jefatura de Gabinete es otra incógnita. El rol de Guillermo Francos se fortalece con cada gesto público, pero nadie en su entorno se anima a darlo por confirmado. Los movimientos futuros podrían redefinir su posición, aunque por ahora, todo se sostiene en una delgada línea de lealtades y equilibrios. Y, sobre todo, de tiempos.
Demás esta decir que el histórico político de 75 años, está cumpliendo una labor aceptable. No solo concebido por la gente, sino que también entre gobernadores, intendentes y armadores políticos, encuentran en el, un señor con cintura y brazo de consenso y dialogo. Su salida seria dolorosa pero en política, como diría el pibe de Fiorito, uno no puede irse a dormir una siesta porque ya lo empiezan a velar.
El reloj político
La política argentina siempre fue una coreografía entre la urgencia y la espera. Esta vez, la calma parece parte del plan. Lo que antes fue ansiedad por anunciar, ahora es cálculo por retener.
El poder aprendió que a veces conviene dejar que los rumores se desgasten solos, mientras las decisiones maduran. O por lo menos asi trabaja "El mago del Kremlin", el monotributista Santiago Caputo. Se dudaba de su buena relación con el presidente, se rumoreaba que estaba afuera. Bueno, quedó demostrado y confirmado que hay CUIL para rato en la Quinta de Olivos.
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Caputo es monotributista categoría B, la segunda más baja del régimen.
Milei dijo que en “el Triángulo de Hierro” "no habrá cambios"; "Ellos son los arquitectos de este proceso", ratificó.
El asesor con despacho en el primer piso venía desplegando un fuerte operativo para ocupar lugares de mayor relevancia en el Gabinete, con el lobista Barry Bennett y el apoyo de terminales trumpistas, y hasta llegó a sonar como jefe de Gabinete.
El propio Milei dijo días atrás que podría ocupar un cargo, aunque nunca dio mayores precisiones. Con todo, Milei no parece dispuesto a zanjar las diferencias internas. Porque los cambios no siempre se anuncian cuando se piensan, sino cuando conviene. Y en este momento, nada conviene más que esperar.
Por Gabriel Rotter.