El encuentro es uno de los requisitos protocolarios después de un cónclave, que permite al nuevo pontífice saludar a representantes de gobiernos de todo el mundo antes de su misa de proclamación del domingo. La Santa Sede es un estado soberano según el derecho internacional, mantiene relaciones diplomáticas con más de 180 países y tiene estatus de observador en Naciones Unidas.
El nuevo Papa, miembro de la orden religiosa agustiniana, ha destacado la paz como una prioridad de su pontificado, desde sus primeras palabras en la logia de la Basílica de San Pedro tras su elección el 8 de mayo, cuando afirmó: “La paz sea con todos ustedes”.
Agregó que corresponde a los gobiernos construir sociedades pacíficas “sobre todo invirtiendo en la familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer”.
Además, remarcó que “nadie puede eximirse de favorecer contextos en los que se tutele la dignidad de cada persona, especialmente de aquellas más frágiles e indefensas, desde el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo al desocupado, sean estos ciudadanos o inmigrantes”.
El papa Francisco había reafirmado con firmeza una doctrina católica clave que se opone al aborto y la eutanasia, diciendo que eran evidencia de la “cultura del descarte” actual.
Pero también hizo del acercamiento a los católicos en la comunidad LGBT un sello distintivo, insistiendo en que son bienvenidos en la Iglesia. El pontífice argentino nunca cambió la doctrina que define al matrimonio como una unión entre hombre y mujer, y que califica los actos homosexuales como “intrínsecamente desordenados”.
Como jefe de la orden agustiniana, el entonces sacerdote Robert Prevost y actual Papa criticó en 2012 el “estilo de vida homosexual” y el papel de los medios de comunicación en la promoción de la aceptación de las relaciones entre personas del mismo sexo que contradicen la doctrina católica.
Una década después, durante el pontificado de Francisco, reconoció el llamado del religioso argentino a una Iglesia más inclusiva y señaló que no quería que los fieles fuesen excluidos solo por su estilo de vida.