Antes de dormir, a los participantes se les midió la actividad cerebral mediante electrodos. Para asegurar condiciones similares, se les prohibió consumir cafeína y se les pidió reducir el sueño nocturno en un 30%.
Al despertar, aquellos que alcanzaron la llamada “fase 2 del sueño” mostraron los mejores resultados: el 86% logró detectar la pista visual. Entre quienes solo llegaron a la etapa 1 del sueño, el 64% resolvió correctamente la tarea. Y entre los que no lograron dormirse, la cifra fue del 55%.
El poder de la fase dos del sueño
La fase 2 es una etapa del sueño no REM que aparece tras los primeros minutos de descanso. Aunque se considera sueño ligero, es más profunda que la etapa inicial y clave para los procesos de memoria y consolidación de información.
“Quienes se durmieron más profundamente fueron los más propensos a tener un momento de revelación después de dormir”, explicó Löwe. La propia logística del experimento incluyó la búsqueda del sillón perfecto para garantizar un descanso eficaz. “Mi colega pasó mucho tiempo en una gran tienda de muebles para encontrar el sillón más cómodo para esto”, relató con humor la investigadora.
El hallazgo también mostró que, incluso sin dormir, cerca de la mitad de los participantes podía llegar a la respuesta correcta. Pero el sueño aumentó de forma clara la probabilidad de tener ese “momento Eureka”.
Dormir te aclara las ideas
El profesor Dieter Riemann, del Centro Médico Universitario de Friburgo y asesor de la Sociedad Alemana de Investigación del Sueño y Medicina del Sueño, elogió el trabajo. Lo definió como un estudio “apasionante e interesante” por abordar una dimensión difícil de investigar: los momentos de insight o revelación repentina
“Este riguroso estudio demuestra una vez más que el sueño es beneficioso para la memoria”, dijo Riemann. Si bien aclaró que no existe evidencia de que podamos aprender activamente mientras dormimos, sí hay pruebas sólidas de que el descanso permite al cerebro organizar, seleccionar y almacenar información. Esa reorganización mental podría facilitar la aparición de ideas nuevas y asociaciones inesperadas.
Lo que demostró el estudio en números:
- 86% de quienes alcanzaron fase 2 del sueño resolvieron la prueba tras la siesta
- 64% lo logró con solo etapa 1 del sueño
- 55% tuvo un insight sin dormir
- En pruebas previas sin siesta, alrededor del 50% identificó la pista oculta
Para quienes buscan soluciones creativas o nuevas ideas, la recomendación es simple: cerrar los ojos unos minutos podría ser más útil que seguir forzando la mente.