- Estados Unidos y Canadá: cambian la hora en marzo y noviembre.
- Países de la Unión Europea: realizan el ajuste en marzo y octubre, aunque existe un debate abierto para eliminarlo.
- Chile y Paraguay: en Sudamérica, son los principales países que aplican este sistema.
- Australia y Nueva Zelanda: modifican el huso horario durante la temporada de verano.
En cambio, países como Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Colombia dejaron de aplicarlo, argumentando que el ahorro energético es mínimo y que el impacto sobre la salud no justifica la medida.
Qué efectos tiene en las personas
El cambio del huso horario no es solo una cuestión de relojes. Según especialistas en cronobiología, esta modificación puede generar:
Alteraciones en el sueño: el cuerpo necesita entre 3 y 7 días para adaptarse al nuevo horario.
Trastornos en el rendimiento laboral y escolar: se observa mayor cansancio y dificultad para concentrarse en los días posteriores al cambio.
Efectos en la salud mental: algunas personas reportan irritabilidad, estrés y cambios en el ánimo.
Problemas en personas vulnerables: quienes tienen patologías cardíacas o respiratorias pueden sentir con mayor intensidad los efectos de esta alteración en el reloj biológico.
El debate abierto en la Argentina
Aunque se argumenta que el objetivo principal del cambio horario es ahorrar energía, diversos estudios recientes indican que ese impacto es cada vez menor debido al uso de nuevas tecnologías de iluminación y climatización. Por eso, cada vez más países analizan dejar atrás esta práctica.
Lo cierto es que el cambio del huso horario sigue dividiendo opiniones: mientras algunos lo ven como una oportunidad para disfrutar de más horas de luz al aire libre, otros lo consideran una alteración innecesaria que afecta la salud y el bienestar.
Aunque se argumenta que el objetivo principal del cambio horario es ahorrar energía, diversos estudios recientes indican que ese impacto es cada vez menor debido al uso de nuevas tecnologías de iluminación y climatización. Por eso, cada vez más países analizan dejar atrás esta práctica.
Lo cierto es que el cambio del huso horario sigue dividiendo opiniones: mientras algunos lo ven como una oportunidad para disfrutar de más horas de luz al aire libre, otros lo consideran una alteración innecesaria que afecta la salud y el bienestar.