Una receta universal con múltiples variantes
La base de la papa frita es simple: papas cortadas y cocidas en aceite caliente. Sin embargo, la variedad de estilos es prácticamente infinita. Desde los tradicionales bastones hasta las finas chips, las papas rejilla, las rústicas con cáscara o las conocidas “a la francesa”, cada país ha adaptado la receta a sus costumbres.
En Argentina, se destacan como acompañamiento de carnes, milanesas y hamburguesas, pero también como plato principal en versiones más elaboradas, con huevo, queso fundido o salsas variadas. Su presencia es infaltable en celebraciones, reuniones y encuentros informales, lo que refuerza su carácter de comida social y compartida.
El costado cultural y económico
Más allá de lo gastronómico, las papas fritas representan también un sector importante dentro de la industria alimentaria. Grandes cadenas de comida rápida, fábricas de snacks y pequeños emprendimientos locales sostienen una producción que mueve miles de millones de dólares a nivel global.
Culturalmente, las papas fritas se han convertido en un símbolo de la comida popular. Su sabor, accesibilidad y facilidad de preparación las ubican entre los alimentos más consumidos del mundo, con una fuerte carga emocional ligada a momentos de disfrute, descanso y sociabilidad.
Receta de papas fritas caseras perfectas
Ingredientes
- 1 kg de papas (variedad blanca, que son más firmes y con menos agua)
- 1 litro de aceite neutro (girasol, maíz o mezcla)
- Sal fina a gusto
- Opcional: pimienta, pimentón, ajo en polvo o hierbas secas para condimentar después de fritas.
Preparación paso a paso
- Elegir bien las papas: las papas blancas o semilla son ideales porque absorben menos aceite y mantienen mejor la textura.
- Pelar y cortar: lavar, pelar y cortar las papas en bastones de tamaño parejo. Lo clásico es de unos 1 cm de grosor.
- Remojo previo: colocar los bastones en un bowl con agua fría durante al menos 30 minutos (podés dejarlas hasta 2 horas). Esto elimina el exceso de almidón y ayuda a que queden más crocantes.
- Secado: escurrir y secar muy bien con un repasador limpio o papel absorbente. Este paso es clave para evitar que el agua genere burbujas o salpicaduras con el aceite.
- Doble fritura: primera cocción (blanqueado): calentar el aceite a unos 140 °C. Freír las papas en tandas pequeñas durante 5–6 minutos, sin que lleguen a dorarse. Retirarlas y dejarlas reposar en una bandeja con papel absorbente.
- Segunda cocción: subir la temperatura del aceite a 180 °C y volver a freír las papas hasta que estén doradas y crocantes por fuera (2–3 minutos).
- Escurrido y salado: colocarlas en papel absorbente y salarlas inmediatamente mientras aún están calientes, para que absorban mejor el condimento.
Trucos extras
- Si no tenés termómetro, probá el aceite con un palito de madera: cuando salen burbujitas suaves está a 140 °C, y cuando burbujea con más fuerza, cerca de 180 °C.
- Para un sabor extra, podés freír con un diente de ajo o unas ramitas de romero dentro del aceite.
- Si querés papas extra crocantes, podés espolvorearles un poco de fécula de maíz antes de la segunda fritura.
- Con esta técnica de doble fritura, las papas fritas quedarán tiernas por dentro y bien crocantes por fuera, como las de las mejores cocinas.