Özil, de 29 años y hasta ahora una pieza clave en el conjunto que entrena Joachim Löw, anunció esa decisión a través de su cuenta en Twitter, horas después de que también por ese medio explicara por qué se hizo la controvertida foto con el líder turco.
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"Tengo dos corazones, uno alemán y otro turco. Nací y fui educado en Alemania. ¿Por qué hay gente que sigue sin aceptar que soy alemán", pregunta el centrocampista, quien jugó en el Schalke y el Werder Bremen, luego en el Real Madrid y actualmente en el Arsenal de Londres.
"Gané la Copa del Mundo con Alemania", recuerda Özil, por el título logrado en Brasil, y acusa al presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Reinhard Grindel, de incompetencia y falta de respeto por no haberle defendido en el revuelo por la foto.
Alude, asimismo, a sus excompañeros de origen polaco, Miroslaw Klose y Lucas Podolski, a los que, dice, no se les cuestionó como alemanes, y deja en el aire la pregunta de si su caso es distinto por tratarse de un musulmán.
Decidió hacerse esa foto porque, de haberse negado, se hubiera interpretado como "una falta de respeto" hacia sus "raíces turcas", afirmó Özil, para añadir que "volvería" a hacerse "esa foto" de verse ante esa situación.
Fue la primera vez que el jugador, nacido en Gelsenkirchen (oeste de Alemania) e hijo de inmigrantes, se pronunciaba sobre la foto que se hizo el pasado junio junto a Erdogan y acompañado del también germano-turco Ilkay Gündogan.
La imagen se interpretó como un apoyo explícito a la campaña por la reelección del presidente turco, quien mantiene unas relaciones más que tensas con la canciller Angela Merkel.
El seleccionador, Joachim Löw, decidió mantenerlo tanto a él como a Gündogan en el equipo nacional y la propia Merkel expresó en un momento dado su deseo de que la afición dejara de abuchearles cada vez que saltaban al terreno de juego.
A Özil se le considera una pieza clave en la selección y además la imagen de la integración en Alemania del mayor colectivo de ciudadanos de origen extranjero, los germano-turcos, con tres millones y medio de personas, la mitad de los cuales conserva su derecho a voto en Turquía.
El mánager de la selección, Oliver Bierhoff, y el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Reinhard Grindel, llegaron a reprocharles a posteriori que no hubieran explicado su proceder antes del Mundial, lo que se interpretó como una forma de echarles las culpas por la eliminación.
Özil explica ahora que se habría hecho esa foto con un presidente turco independientemente de quién fuera éste y afirma que él es simplemente un futbolista, no un político. Sostiene, además, que con Erdogan hablaron "exclusivamente de fútbol" y recuerda que la única vez que se había encontrado anteriormente con el presidente turco fue precisamente junto con Merkel, en ocasión de un partido entre las selecciones alemana y turca.
A esas explicaciones sobre la foto siguió una segunda declaración, en que el jugador, de 29 años, criticaba duramente el proceder de los medios en ese escándalo y la falta de apoyo por parte de la DFB. La serie de declaraciones cierran la incógnita sobre el futuro del jugador en la selección, cuestión que estaba pendiente de la próxima convocatoria de Löw.
Alemania tiene ante sí sus primeros compromisos tras la eliminación del Mundial los próximos 6 y 9 de septiembre, el primero de ellos ante la nueva campeona del mundo, Francia, y el segundo contra Perú. El 29 de agosto, Löw tiene que dar a conocer la lista de sus convocados.
Fuente: marca.com