Lejos de revertir la imagen, River tampoco logró destacarse en el Mundial de Clubes FIFA. El equipo no superó la fase de grupos tras competir frente a Urawa Red Diamonds, Inter de Italia y Monterrey de México, firmando una actuación por debajo de las expectativas para un plantel construido a base de jerarquía y experiencia internacional.
Con el plano internacional descartado, la Copa Argentina apareció como una oportunidad de redención. Sin embargo, los problemas se repitieron. River fue eliminado por Independiente Rivadavia en la tanda de penales, en la antesala de la final, cerrando así su participación en el certamen más federal del país y profundizando la sensación de frustración.
El desenlace del año llegó en el Torneo Clausura 2025, donde el equipo dirigido por Gallardo sufrió un duro golpe al caer 2-0 en el Superclásico ante Boca Juniors. Ese resultado no solo significó otra derrota determinante, sino que además permitió que su eterno rival asegurara la clasificación a la Copa Libertadores 2026, dejando a River condicionado por resultados ajenos.
La caída posterior de Boca frente a Racing Club terminó por sepultar cualquier aspiración del conjunto de Núñez de acceder al repechaje continental. De esta manera, el club afrontará la próxima temporada sin disputar la Libertadores y con la Copa CONMEBOL Sudamericana como principal objetivo internacional, certamen que supo conquistar en 2014.
El único título del año fue la Súper Copa Internacional, obtenida en marzo tras vencer por penales a Talleres de Córdoba, un logro que generó ilusión en el inicio de la temporada, pero que con el paso de los meses quedó aislado dentro de un calendario dominado por resultados adversos.
En el plano institucional, el cierre de la gestión de Jorge Brito dejó sensaciones encontradas. Mientras que fuera del campo de juego se destacaron avances en infraestructura, orden económico y posicionamiento de marca, dentro del terreno deportivo los objetivos principales no fueron alcanzados.
Con la renovación de autoridades, Stefano Di Carlo asumió la presidencia con la premisa de priorizar el rendimiento deportivo. En sus primeros pasos, impulsó una reestructuración contractual que apunta a vincular salarios y continuidad con el compromiso y desempeño de los futbolistas, marcando un cambio de rumbo respecto a la etapa anterior.__IP__
De cara al 2026, River comenzó a reforzarse en uno de los sectores más cuestionados del último año: el mediocampo. Las llegadas de Aníbal Moreno, adquirido por 7 millones de dólares, y Fausto Vera, a préstamo, representan las primeras piezas del nuevo proyecto encabezado por Gallardo.
El escenario que se avecina aparece como un período de transición. La exigencia histórica del club obliga a recuperar competitividad de inmediato, aunque el margen de error será reducido. Tras un 2025 sin respuestas futbolísticas, River inicia una nueva etapa con la necesidad imperiosa de reconstruir su identidad y volver a ser protagonista en el plano internacional.