Con esta marcha atrás, vuelven a funcionar bajo su marco legal original la Dirección Nacional de Vialidad, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Teatro Nacional Cervantes, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el Banco Nacional de Datos Genéticos y la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME).
También se anula la fusión entre el Instituto Nacional Yrigoyenano y el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, y se revierte la incorporación del Banco Nacional de Datos Genéticos a la órbita de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología.
Gestión transitoria
Hasta que cada organismo retome su actividad plena, la administración transitoria de las áreas legales, financieras y administrativas quedará bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete, la Secretaría General de la Presidencia y el Ministerio de Economía. Lo mismo regirá para la Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte.
Además, se dejó sin efecto la declaración de la navegación marítima y fluvial como servicio esencial, así como las modificaciones al Régimen de Excepción de la Marina Mercante Nacional.
Un giro forzado
La decisión representa un cambio en la estrategia de reducción del Estado que había planteado el Gobierno y que encontró fuerte rechazo en sectores gremiales y de la oposición. Con el Congreso en contra, la gestión de Milei quedó obligada a revertir los decretos, lo que implica que los organismos mencionados retomen plenamente sus funciones en las próximas semanas.