Marketing colorido y nicotina: la nueva apuesta de las tabacaleras
Se venden en kioscos con sabores llamativos y diseño de golosina, pero contienen altas dosis de nicotina. Organizaciones denuncian que violan la Ley de Tabaco y Salud afirma que no están autorizadas en el país.
Se presentan como pequeñas latas de colores, similares a un pastillero, y se exhiben en kioscos como si fueran golosinas. Sin embargo, en su interior no hay caramelos ni chicles, sino bolsitas de nicotina que se colocan en la boca y contienen una sustancia altamente adictiva. Su comercialización en la Argentina encendió la alarma de organizaciones de la sociedad civil, que advierten sobre vacíos regulatorios, estrategias de marketing dirigidas a jóvenes y posibles incumplimientos de la Ley de Control del Tabaco.
Las llamadas nicotine pouches contienen nicotina —derivada del tabaco o sintética—, celulosa, agua, saborizantes y carbonato de sodio. Se consumen colocándolas entre el labio y la encía, donde la nicotina se absorbe a través de la mucosa bucal. En el mercado argentino se ofrecen unidades con concentraciones de entre 1,5 y 6 miligramos de nicotina, aunque algunas pueden equivaler a la cantidad presente en hasta ocho cigarrillos.
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Un estudio reciente del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), realizado en adolescentes de 12 a 17 años de cuatro ciudades del país, mostró que el 3,4% declaró haber probado las bolsitas de nicotina y que casi el 2% las consumió en los últimos 30 días. El dato resulta especialmente preocupante si se tiene en cuenta que la venta de productos de tabaco y nicotina está prohibida por ley a menores de 18 años.
Las principales marcas que se comercializan en el país, como Zyn y Velo, pertenecen a empresas tabacaleras multinacionales. Se ofrecen en sabores como menta o cereza y con presentaciones llamativas, una estrategia históricamente utilizada por la industria para captar al público joven.
“El objetivo es vender un producto de consumo rápido y masivo, que genera dependencia, especialmente entre adolescentes, y que luego impulsa una mayor demanda de otros productos con nicotina”, explicó Guillermo Espinosa, médico especialista en Control del Tabaco del Hospital Italiano y presidente de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC).
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Según detalló el especialista, estas bolsitas contienen sales de nicotina, un compuesto químico de fácil producción industrial. “A diferencia de la planta de tabaco, que requiere siembra y cosecha, se trata de un cristal que se disuelve fácilmente y puede elaborarse de manera industrial”, señaló.
Riesgos para la salud
Aunque la industria promociona estos productos como “sin humo” y de “daño reducido”, los especialistas advierten que los efectos a largo plazo aún no están claros, ya que no existen estudios prolongados en condiciones reales de consumo. Además, la evidencia sobre su supuesta utilidad para dejar de fumar es limitada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la nicotina es altamente adictiva y puede causar daños severos en niños, adolescentes y mujeres embarazadas. Entre los riesgos señalados figuran el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, problemas cardiovasculares y posibles consecuencias en la salud bucal, incluido el riesgo de cáncer oral.
“En quienes comienzan a consumir estos productos a edades muy tempranas se genera una respuesta mayor de dependencia. Lo vimos con los cigarrillos convencionales y electrónicos, y ahora también con estas bolsitas”, advirtió Espinosa.
¿Están permitidas en la Argentina?
Si bien en el país no existe una legislación específica sobre las bolsitas de nicotina, organizaciones especializadas sostienen que el producto queda alcanzado por la Ley 26.687, que regula el control del tabaco. Además, recuerdan que en la Argentina rigen prohibiciones de importación, comercialización y publicidad para otros productos emergentes, como los cigarrillos electrónicos y los calentadores de tabaco.
“El marco legal actual es suficiente para considerarlas alcanzadas y sujetas a la Ley de Control del Tabaco”, explicó Mario Bedosti, coordinador del área de Incidencia de FIC Argentina.
En ese sentido, la Resolución 143/22 del Ministerio de Salud prohíbe expresamente mencionar saborizantes o aditivos en la publicidad y el etiquetado de productos de tabaco. Según denuncian desde la sociedad civil, las bolsitas de nicotina incumplen esta norma al promocionarse con sabores destacados, imágenes y colores asociados.
Consultado por este tema, el Ministerio de Salud de la Nación aseguró que el producto “no está autorizado en el país” y derivó las consultas a la Secretaría de Industria y Comercio y a ARCA. Hasta el cierre de esta nota, esos organismos no habían brindado respuesta.