En términos individuales, una persona adulta necesitó $380.858 para no ser considerada pobre y $170.788 para no caer en la indigencia.
Los datos confirman que, aunque la inflación general muestra cierta contención en los últimos meses, la presión sobre los hogares sigue firme, especialmente en el acceso a alimentos y servicios esenciales.
El informe también detalla los valores según la cantidad de integrantes del hogar:
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Una familia de tres personas necesitó $936.911 para cubrir la Canasta Total y $420.140 para la Alimentaria.
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Un hogar de cuatro integrantes debió contar con $1.176.852 y $527.736, respectivamente.
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Mientras que una familia de cinco miembros precisó $1.237.789 para no caer bajo la línea de pobreza.
En la comparación interanual, la Canasta Total aumentó 22% frente a septiembre de 2024, mientras que la Alimentaria lo hizo un 23,1%. En lo que va del año, las subas acumuladas son del 14,9% y 17,5%, respectivamente.
De esta forma, septiembre volvió a mostrar un escenario donde la inflación de los alimentos y el costo general de vida siguen erosionando el poder adquisitivo de los hogares argentinos, incluso en medio de una leve desaceleración del índice general de precios.