A casi un año del anunciado inicio de la construcción de la doble vía de la Ruta Nacional 40, todo sigue igual para Mendoza. El tiempo pasó, la calzada quedó obsoleta, y sólo es mantenida a duras penas, por lo que se vuelve cada vez más lenta y peligrosa, según publica Diario Uno.
En marzo del año pasado, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo había informado que ya se había adjudicado la obra y que comenzaría en "60 días", por lo menos en un tramo inicial de 17km, el comprendido entre el aeropuerto El Plumerillo y el cruce con la ruta provincial 34 -la entrada a la Villa Tulumaya, Lavalle, pero parece que no fue tan así.
Según el Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, en declaraciones vertidas en septiembre pasado, por problemas presupuestarios, la anunciada ampliación caminera quedó suspendida, teniendo como prioridad las obras ya iniciadas. Queda así trunco por el momento la posibilidad de tener una ruta adecuada para unir las dos capitales cuyanas.
El problema es que hay un tramo de la ruta que no ha sido ni siquiera licitado, es el que comprende unos 62 kilómetros de camino para el Sur, pegado a la vecina provincia y le corresponde a ese distrito. Esto ocurre porque el sistema de financiación que se iba a realizar en este sector tiene que ver con las políticas macristas, que son por las que se rige la provincia oficialista, y que no dan buenos resultados, en el marco del conflicto fiscal y económico que padece el país.