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El macabro femicidio de una embarazada que vinculó rituales satánicos y narcotráfico en Neuquén

El cuerpo de una joven de 26 años fue hallado calcinado hace algunos días y la investigación arrojó nuevos resultados.

El hallazgo del cuerpo calcinado de Fernanda Pereyra en Neuquén, el 23 de julio, fue el primer paso de un camino que va arrojando cada vez más revelaciones macabras. El cadáver de la joven de 26 años, quien estaba embarazada de casi siete meses, había sido quemado con la ayuda de pallets de madera y cubiertas.

Y luego de que se apresara a los tres principales sospechosos, el allanamiento en el lugar donde habitaban apunta al posible rol de la magia negra en el hecho.

San La Muerte

Los acusados son Luciano Hernández, pareja de Fernanda, y dos amigos de éste, Osvaldo Castillo y Diego Marillán, quienes actualmente están bajo prisión preventiva. Todos tendrían vínculos con el mundo del narcotráfico.

En la pensión donde se detuvo a los dos primeros, los investigadores hallaron un altar con figuras de San La Muerte y del culto kimbanda. Entre ellas, la efigie del "Destranca Rua", una entidad a la que se le ruega por el destrabe de hechizos de magia negra, y por la solución de problemas económicos y de salud.

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Allí también se secuestraron maderas, pallets y cubiertas similares a las utilizadas para quemar el cuerpo de la víctima, además de un bidón con restos de combustible.

Sumándose al escenario ritualista, se hipotetiza que detrás del femicidio hubo una venganza: Hernández habría asesinado a Fernanda porque el bebé que esperaba no era de él sino de Kevin Carrasco, un hombre que está preso en la cárcel de Cutral Co y reconoció la paternidad.

"Volvé y vas a ver"

Mientras tanto, según relató la abuela de Pereyra -quien reside en Mendoza- el principal acusado había amenazado de muerte a la joven.

De acuerdo con su relato, Fernanda viajó a mediados de julio a la ciudad mendocina de San Rafael y su abuela escuchó una charla que tuvo con su pareja por teléfono, ya que el aparato estaba en altavoz.

Allí, el acusado aseguro que la mataría y, cuando la joven le insinuó que él no podía matar a nadie, él le respondió de manera tajante: "Volvé y vas a ver de lo que soy capaz".