Este escenario de sobreexposición a las pantallas y el hecho de que los adolescentes hayan nacido en plena era digital, son las principales causas de la dependencia inicial al móvil. Una adecuada educación y modelaje familiar son imprescindibles y actúan como factores protectores de cara a una futura adicción.
Tres síntomas de adicción al celular
El psicólogo señaló que no deberíamos confundir la dependencia con la adicción, ya que uno puede ser dependiente del móvil, pero no adicto. En realidad, cuando hablamos de nomofobia, nos referimos a la adicción a las aplicaciones, pues unas tienen mayor potencial adictivo que otras. Generalmente, la adicción se da a redes sociales o mensajería instantánea, y no tanto a aplicaciones del tiempo, de salud o de transporte.
Dicho esto, la sobreexposición a las pantallas no es causa suficiente para desarrollar la nomofobia. También se encontraron como potenciales causas la falta de aceptación personal, los problemas de autoestima o la poca tolerancia a la frustración. El experto dijo que se habla de adicción al móvilcuando:
- Aparece miedo o ansiedad excesiva e irracional por no poder usar el móvil.
- Normalmente, la persona reconoce que su miedo o angustia son desproporcionados.
- Las rutinas o las relaciones interpersonales se ven afectadas.
Algunas de las señales a las que se recomienda estar atento, especialmente en los adolescentes, son:
- Revisar el móvil de manera compulsiva para comprobar las notificaciones.
- Mostrar enojo excesivo si no hay wifi, o si se le limita el uso del teléfono.
- Dormir con el dispositivo muy cerca, incluso dentro de la cama o debajo de la almohada.
- Malestar por no poder consultarlo de forma constante.
- Ponerse nervioso cuando alguien no contesta a un mensaje.
- Llevar encima cargadores portátiles cuando se sale a la calle por miedo a quedarse sin batería.
- Presentar insomnio, pues la ansiedad constante de revisar el teléfono no deja a la persona descansar bien.
- Bajo rendimiento escolar.
- No poder disfrutar del tiempo de ocio sin tener el móvil en la mano.
- Problemas de socialización.
Consecuencias de la nomofobia
Las pantallas o las aplicaciones potencialmente adictivas, presentan múltiples inputs de forma ultra rápida y constante, algo que provoca una sobreestimulación dopaminérgica continua en el cerebro, que se acostumbra a ella y hace que el mundo natural resulte aburrido, porque no hay suficientes estímulos. Los niños sobreexpuestos a pantallas tienen más irritabilidad, menos paciencia y toleran menos la espera, porque los procesos atencionales y del aprendizaje han quedado afectados.
A nivel emocional, también hay consecuencias, pues el cerebro entiende que mirar el móvil alivia el aburrimiento y causa después muchas dificultades para tolerar el malestar, la negativa o las rutinas. Como en cualquier adicción, con el tiempo se genera tolerancia, y se necesitan mayores dosis para sentir los mismos efectos placenteros.