Roblox es un universo virtual con más de 350 millones de usuarios activos mensuales. Allí, cada jugador crea un avatar y puede desplazarse por distintos mundos, diseñar minijuegos o interactuar con otros usuarios. Esa amplitud es uno de sus mayores atractivos, pero también un terreno riesgoso: se estima que un 40% de su base de usuarios son niños y preadolescentes de entre 9 y 12 años.
Grooming, el principal peligro
El grooming, el proceso por el que un adulto engaña a un niño o niña para obtener material sexual o abusar de él, es señalado como la amenaza más seria en Roblox. Emiliano Piscitelli, experto en seguridad informática de la UTN, explicó: “Un adulto se hace pasar por menor, se gana la confianza del niño en el juego y luego lo deriva a un grupo en otra red social, donde se le piden fotos o videos íntimos”.
La psicóloga social Laila Pokorski, de la ONG Chicos.net, advirtió además sobre los llamados condos, espacios creados dentro de Roblox donde se programan comportamientos sexuales en los avatares. Aunque la empresa asegura eliminarlos, “siguen existiendo y exponen a los chicos a escenas sexuales explícitas”, señaló.
Otras amenazas: bullying, estafas y robo de datos
A los riesgos de grooming se suma el ciberbullying: insultos, amenazas o humillaciones repetidas que generan un grave impacto psicológico. Según la encuesta Kids Online Argentina 2024, un 21% de niños y adolescentes sufrió ciberbullying, con mayor prevalencia entre las mujeres (25% frente a 18% en varones).
Los especialistas también advierten sobre las estafas virtuales. Muchos chicos terminan gastando dinero sin control al comprar objetos o monedas virtuales (Robux). A veces, los delincuentes simulan ser parte del juego para convencerlos de realizar pagos indebidos.
Un tercer riesgo es el robo de información mediante infostealers, programas maliciosos que se descargan desde enlaces vinculados a Roblox y que permiten a los atacantes acceder a datos personales y contraseñas. Según la empresa Kaspersky, el número de cuentas comprometidas creció un 231% entre 2021 y 2023, superando los 15 millones.
Adicción y conductas de riesgo
Otro aspecto preocupante es el uso de dinámicas similares a las apuestas. Roblox ofrece cajas sorpresa que al principio aparecen gratis, pero luego requieren dinero real para abrirse. “Ese mecanismo es muy parecido al de los juegos de azar y puede incentivar conductas adictivas en los más chicos”, explicó Pokorski.
Un estudio de la Universidad de Sídney reveló que los niños tienen dificultades para comprender sistemas de gasto complejos y suelen caer en compras excesivas e involuntarias dentro de la plataforma.
¿Qué pueden hacer las familias?
Roblox cuenta con controles parentales, pero muchos padres desconocen cómo usarlos. La ONG Chicos.net recomienda:
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Crear una cuenta parental vinculada a la del niño para monitorear su actividad.
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Configurar el chat en “solo amigos” o desactivarlo.
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Asegurarse de que los chicos ingresen su verdadera edad para recibir protecciones extra.
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Acompañar la experiencia de juego desde espacios compartidos de la casa.
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Conversar sobre el uso del dinero y activar notificaciones de gastos.
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Animarse a jugar junto a ellos para generar confianza y detectar a tiempo cualquier situación extraña.
El rol del Estado y la sociedad
Los especialistas coinciden en que la tarea de las familias no alcanza sin una regulación más estricta. Reclaman que el Estado exija a las plataformas medidas efectivas para proteger a los usuarios menores de edad.
“Roblox recomienda juegos según popularidad, no según edad ni valores. Por eso es clave que adultos y políticas públicas se involucren para garantizar derechos y evitar vulneraciones”, concluyó Pokorski.
Los recientes casos en Río Negro y Santa Fe no son aislados: son la muestra más visible de una problemática global que pone a la infancia en el centro de los riesgos digitales.