Cuenta la leyenda que en el siglo III de nuestra era un sacerdote romano llamado Valentín se enfrentó a una orden del emperador Claudio II que impedía el matrimonio a los varones jóvenes, convencido de que, sin ataduras sentimentales, serían mejores soldados. El buen Valentín casaba en secreto a las parejas de enamorados según el rito católico, hasta que fue descubierto y ejecutado bajo martirio. Eran épocas en que el Imperio Romano perseguía a los cristianos a quienes veía como desestabilizadores de su poder.
Este religioso fue enterrado en Roma y sobre su tumba el papa Julio I hizo construir una basílica. Pero, además, existe otra tradición que identifica a San Valentín con el obispo de Terni, ciudad situada a 100 kilómetros al norte de Roma, quien también fue decapitado en un momento de persecución a los cristianos. Es posible que estas sean versiones diferentes de la misma historia original y se refieran a una sola persona. Pero hay un tercer San Valentín, que habría sido martirizado en África, según la Enciclopedia Católica.
Los dos san valentines asesinados en Roma aparentemente fueron sepultados en la Via Flaminiana, pero a diferentes distancias de la ciudad. Lo que hoy se conoce como Porta del Popolo era llamada antiguamente la Puerta Flaminiana de Roma y, en los tiempos del historiador medieval inglés William de Malmesbury, fue denominada Puerta de San Valentín. Al parecer este nombre fue tomado de un pequeño templo en el barrio cercano que era dedicado al santo. De ambos san Valentines romanos se conserva algún tipo de acta, pero son de fechas relativamente posteriores y sin valor histórico, según la Enciclopedia Católica.
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La veneración de la Iglesia Católica a San Valentín cada 14 de febrero duró desde el siglo V hasta 1969, cuando el Concilio Vaticano II lo borró del santoral por considerar que no había pruebas suficientes de la existencia de ese santo perdido en el confín de los tiempos. De modo tal que hoy, 14 de febrero, la Iglesia Católica celebra otros santos: San Cirilo y San Metodio, ambos patronos de Europa.
El papa Gelasio I habría sido quien dispuso la veneración a este santo en el año 468, institucionalizando así la leyenda, con la intención —no comprobada históricamente— de cristianizar una antigua celebración pagana conocida como Lupercales, que se realizaba a mediados de febrero.
Pero el propio Gelasio I admitíó que San Valentín era uno de esos santos “cuyos nombres son venerados por los hombres, pero cuyos actos solo Dios conoce”, sugiriendo la falta de pruebas históricas sobre la existencia de este mártir.
Hay quienes creen que fue durante la Edad Media cuando San Valentín se asoció al amor romántico, dando lugar a la imposición del mártir como patrono de los enamorados. La fábula fue creciendo y hoy continúa.
En el transcurso del siglo XIX en los países anglosajones se inició la tradición de intercambiar postales con frases de amor y se consagró el Día de los Enamorados. Más tarde se sumaría la costumbre comercial de regalar a la pareja rosas, bombones, joyas y hoy, por qué no, también un dispositivo electrónico, lo que genera un movimiento comercial nada despreciable, sobre todo en épocas de vacas flacas.
En Inglaterra y Francia, las costumbres populares asociadas al Día de San Valentín tienen su origen en la creencia común admitida durante la Edad Media de que el 14 de febrero, es decir a mediados del segundo mes del año, las aves comienzan a aparearse.
Dónde se celebra
En Europa, el 14 de febrero se celebra el Día de los Enamorados en países como España, Austria, Bélgica, Francia, entre otros. Pero en otros lugares no se conmemora en esa jornada o, en algunos casos sí, pero con un significado distinto.
Por ejemplo, en Finlandia y Estonia, el Día de San Valentín es un homenaje a la amistad y recibe el nombre de Sobrapäev y Ystävän Paiva, respectivamente. Además, suele ser una fecha elegida para pedir matrimonio y para casarse.
Por su parte, en Dinamarca y Noruega se mantiene una tradición que es regalar Gaekkebrev, que son pequeños poemas con rimas divertidas que los hombres envían a las mujeres de forma anónima. El juego consiste en que, en el lugar de la firma del remitente, se ponen tantos puntos como letras tenga el nombre del enamorado. Si la mujer acierta quién le envía el poema consigue un huevo de Pascua y, si pierde, ella debe dárselo a él.
En Alemania existe lo que se llama el regalo de cerdos y en Inglaterra la colocación de cinco hojas de laurel, una en cada esquina de la almohada y otra en el centro, para intentar atraer al futuro marido.
En algunos países de América Latina como Argentina, Chile, Cuba, Ecuador, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay se celebra el Día de los Enamorados o San Valentín el 14 de febrero con regalos a la pareja.
En Puerto Rico este día tiene una particularidad, ya que se conmemora el amor y también la amistad y por eso se tiene por costumbre intercambiar regalos entre amigos. Por ejemplo postales, chocolates, rosas, peluches o perfumes, entre otros. Es tradición que algunos enamorados se vistan de rojo y, como en Cuba, se creen buzones para depositar las cartas de amor.
En Perú también se celebra la amistad y es una costumbre regalar bombones de chocolate confeccionados especialmente para la ocasión. Además, entre los regalos más preciados se encuentran las orquídeas, originales de la flora peruana o la poesía de algunos de sus grandes escritores.
En Bolivia el Día de los Enamorados se celebra el primer día de primavera, el 21 de septiembre, demostrando el afecto con regalos, flores y tarjetas. En tanto, en Colombia la fecha cambia al tercer sábado de septiembre, momento en el que se celebra el día del amor y la amistad, conocido hace unos años como el día de los novios. Una particularidad de esta celebración es que se realiza el juego del “amigo secreto”, que consiste en introducir los nombres de las personas participantes en un recipiente para luego escoger uno al azar. La persona que le toque será el amigo secreto y, sin que se dé cuenta, debe regalarle dulces, flores y tarjetas durante todo el mes. Al final, habrá un regalo definitivo el día que se elija, si es que se desvela quién regaló a quién.
En Brasil esta festividad lleva por nombre el Dìa dos Namorados (día de los enamorados) y es el 12 de junio, en memoria de San Antonio de Padua y también es costumbre intercambiar regalos.