Cuándo sí conviene sumar proteínas extras
No todos los cuerpos ni todas las etapas de la vida tienen las mismas demandas nutricionales. “En personas mayores de 60 años, el consumo adecuado de proteínas puede ayudar a prevenir la pérdida de masa muscular y funcionalidad”, explica Francisca Sutil, nutricionista y académica de la Universidad de Chile. Lo mismo ocurre en personas con dietas restrictivas, deportistas de alto rendimiento o pacientes con ciertas enfermedades crónicas.
Además, en dietas vegetarianas o veganas donde las fuentes proteicas animales están ausentes, algunos productos enriquecidos pueden ser un buen recurso, siempre y cuando se integren dentro de una alimentación variada y controlada.
¿Puede el exceso de proteína ser perjudicial?
Aunque las proteínas son nutrientes esenciales, el exceso —especialmente si proviene de suplementos o productos ultraprocesados— puede generar efectos no deseados. Desde digestiones pesadas hasta mayor carga renal, su consumo desmedido no está exento de riesgos. Además, muchos alimentos enriquecidos vienen acompañados de altos niveles de sodio, azúcares o grasas saturadas.
La clave, según los expertos, está en el equilibrio. Antes de incorporar estos productos como hábito diario, se recomienda evaluar si realmente son necesarios, qué otras fuentes de proteína se están consumiendo y qué otros ingredientes contiene el producto. La etiqueta nutricional es una herramienta clave para tomar decisiones informadas.
FUENTE: TN