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Día de San Cayetano: quién fue el Patrono del pan y del trabajo

Este domingo 7 de agosto se recuerda al Patrono del pan y del trabajo, quien repetía constantemente "Cristo espera, ninguno se mueve".

San Cayetano, a quien se recuerda este domingo, nació en 1480 en Vicenza, Italia. Estudió derecho en Padua y, después de recibida la ordenación sacerdotal, instituyó en Roma la sociedad de Clérigos regulares o Teatinos, con el fin de promover el apostolado y la renovación espiritual del clero. El santo se distinguió por su asiduidad en la oración y por la práctica de la caridad para con el prójimo.

Su padre fue el Conde Gaspar de Thiene, quien falleció cuando él era muy pequeño, y su madre fue María di Porto, quien pudo salir adelante con el pequeño Cayetano y su hermano.

Cayetano estudió cuatro años en la Universidad de Padua, donde se distinguió en la teología y se doctoró en derecho civil y canónico en 1504. Luego, fue nombrado senador en Vicenza. Sin embargo, estaba decidido a seguir los estudios sacerdotales.

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Se trasladó a Roma en 1506. Decía que Dios le llamaba a realizar una gran obra. Al poco tiempo, fue nombrado secretario privado del Papa Julio II, a quien ayudaba a escribir las cartas apostólicas. En ese entorno, conoció de cerca a cardenales y prelados.

El Papa murió en 1513 y Cayetano decidió no continuar en el cargo. Seguido, se preparó durante tres años para ser sacerdote y en 1516, a los 36 años, fue ordenado. Celebró su primera misa y quedó sobrecogido por el don del que no se considera digno.

Fundó en Roma la "Cofradía del Amor Divino", una asociación de clérigos que se dedicaba a promover la gloria de Dios. Tuvo su primera experiencia pastoral en la parroquia de Santa María de Malo, cerca de Vicenza, y luego se dedicó a cuidar los santuarios esparcidos por el monte Soratte.

Ingresó en el oratorio de San Jerónimo que tenía los mismos fines que la cofradía del Amor Divino, pero incluía a laicos pobres. Sus amigos se molestaron mucho por eso, ya que consideraban que aquello era indigno para un hombre de gran alcurnia como él. A Cayetano no le importó. Ayudaba y servía personalmente a los pobres y enfermos de la ciudad, y también atendía a los pacientes enfermos.

Cayetano se preocupaba mucho por el bien espiritual de su congregación. En ese marco, solía decir: "En el oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el hospital le encontramos personalmente".

Fundó otro oratorio en Verona. Y en 1520, se trasladó a Venecia, siguiendo el consejo de su confesor, Juan Bautista de Crema, un dominico santo y prudente. Allí se alojó en el hospital de la ciudad y siguió la misma forma de vida. Era considerado como el fundador principal del hospital debido a todos los regalos que hizo.

La Eucaristía

Implantó la bendición con el Santísimo Sacramento y promovió -en los tres años que vivió en Venecia- la comunión frecuente. Escribió: "No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza".

Años después, la cristiandad pasaba por un período de crisis. La corrupción debilitaba a la Iglesia. Cayetano era uno de los que más imploraban la verdadera reforma de vida y de costumbres dentro de la institución. Repetía a menudo: "Cristo espera, ninguno se mueve".

Fundador

San Cayetano regresó a Roma para hablar de la reforma con los miembros de la Cofradía del Amor Divino en 1523, en compañía del obispo de Testo Giampietro Carafa, Bonifacio Colli y Pablo Consiglieri. No solo predicó la reforma, sino la llevó a cabo fundando con sus tres compañeros una orden de Clérigos Regulares que tomasen como modelo la vida de los Apóstoles. La llamaron "Ordo Regularium Theatinorum" o Congregación de los Teatinos (el nombre de padres teatinos viene del episcopado de "Teate Marrucinorum"). Su finalidad principal era la renovación del clero.

Clemente VII aprobó la fundación el 14 de septiembre de 1524. Frente a ello, Cayetano renuncia a todos sus bienes y Carafa a los dos episcopados de Brindis y Chieti.

Los cuatro primeros miembros visten sus hábitos religiosos y hacen los votos en San Pedro, ante un delegado pontificio. Carafa es nombrado superior general de la orden. Cabe destacar que, aparte de la renovación del clero, sus otros objetivos eran la predicación de la sana doctrina, el cuidado de los enfermos y la restauración del uso frecuente de los Sacramentos.

Los seguidores no eran muchos: en 1527, cuando la orden tenía 12 miembros, el ejercito saqueó la ciudad, la casa fue destruida y ellos escaparon a Venecia. En 1530, San Cayetano sucede a Carafa en el cargo de superior. Por su humildad, lo hace con renuencia. Trabaja enérgicamente por la reforma del clero. Y tres años después, Carafa fue elegido superior general por segunda vez. Por lo tanto, Cayetano es enviado a Verona, donde recibe oposición a sus reformas.

Viaja a Nápoles para fundar una casa de su orden. Recibe una casa donada por el conde de Oppido y rechaza otros terrenos. El conde alega que los napolitanos no eran tan ricos y generosos como los venecianos a los que San Cayetano le responde: "Tal vez tengáis razón, pero Dios es el mismo en ambas ciudades. Dios está en Nápoles como en Venecia".

Se quedó en Nápoles donde había más trabajo. La ciudad mejoró notablemente gracias a las prédicas y el trabajo apostólico del santo que, en ocasiones, tuvo que enfrentarse con laicos y religiosos que predicaban el calvinismo, el luteranismo y otros sistemas.

Fundó con el Beato Juan Marinoni los "Montes de Piedad" para liberar de la miseria a los pobres y marginados. La obra fue aprobada poco antes del Concilio de Letrán. En sus últimos años de vida, el santo abrió hospicios para ancianos y fundó hospitales.

En 1547, cayó enfermo. Los médicos le aconsejaron poner un colchón sobre su cama de tablas y él respondió: "Mi salvador murió en la cruz, dejadme pues, morir también sobre un madero". El domingo 7 de agosto de 1547, a sus 77 años, falleció en Nápoles.

Ocho años después de su muerte, el teatino Carafa fue elegido Papa, con el nombre Pablo IV, un auténtico reformador, aunque su pontificado fue muy impopular. En 1671, después que la comisión encargada terminara de examinar rigurosamente los numerosos milagros, Cayetano fue canonizado.