El impacto sonoro y la polución resultante afectan de manera significativa a diversas especies animales, ya sean domesticados o aquellos que se encuentran en entornos urbanos como fuera de ellos.
Desde diferentes áreas de la Secretaría de Ambiente se insta a la sociedad a evitar el uso de pirotecnia, debido a la gran cantidad de consecuencias que estas provocan.
Algunos de los daños físicos que provoca en animales el uso de la pirotecnia son los problemas auditivos. El sentido auditivo de muchos animales supera significativamente al humano en sensibilidad. En consecuencia, las detonaciones de fuegos artificiales no solo les resultan más inquietantes, sino que también pueden ocasionarles daños severos en su capacidad auditiva.
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Los sonidos producidos por la pirotecnia tienen el potencial de inducir fobias en los animales, ya que pueden intensificar las respuestas de pánico ante ruidos fuertes con la repetida exposición a ellos.
En otro sentido, los fuegos artificiales contienen sustancias tóxicas, que, al estallar liberan partículas perjudiciales como el polvo fino, que es respirable, lo que puede agravar enfermedades preexistentes y provocar nuevas afecciones. Por lo tanto, los fuegos artificiales representan una amenaza para los animales que habitan en las áreas donde se detonan, así como en lugares relativamente distantes cuando el viento transporta las partículas a una distancia considerable. Además, existe el riesgo de que los animales ingieran productos pirotécnicos.
En el caso de la fauna silvestre, las más afectadas son las aves. El estruendo generado por los fuegos artificiales puede tener consecuencias graves para ellas, llegando incluso a desencadenar taquicardias y provocar la muerte. Este impacto se manifiesta en el abandono temporal o permanente de su entorno, evidenciando el nivel de estrés que experimentan.
La reacción de desorientación y pánico ante los fuegos artificiales puede llevar a que las aves colisionen contra edificios a nivel comportamental y nivel fisiológico también. Las especies de aves que anidan en altas densidades, enfrentan un mayor riesgo en este sentido durante las explosiones de petardos. Este fenómeno se debe a que, al huir de los sonidos, muchas aves se desorientan y tienen dificultades para regresar a sus nidos una vez que cesa el ruido, dejando a sus crías en una situación vulnerable y desamparada.
Cómo proteger las mascotas
Frente a los numerosos efectos adversos que la pirotecnia provoca en la salud física de las mascotas, existe una serie de sugerencias para proteger y minimizar los daños que los populares artefactos pueden causar en los animales.
En el caso de las mascotas domésticas, se aconseja colocar a los animales en un entorno cómodo y seguro, provisto de sus juguetes habituales, comida, agua y algún sonido familiar, o hasta música relajante. Asimismo, es recomendable mantenerlos en un lugar sin salidas cercanas para prevenir que, debido al pánico, huyan asustados y se extravíen o lastimen.
Es crucial destacar también que en ningún caso se debe administrar medicación a las mascotas por cuenta propia. En situaciones en las que sea necesario un sedante para calmar una crisis nerviosa, este deberá ser recetado y administrado exclusivamente por un profesional de la salud veterinaria, considerando factores como especie, peso y enfermedades que pueda padecer el animal, entre otros aspectos.