La felicidad es un estado de bienestar, compuesto también por los hábitos cotidianos. Entre ellos, está la importancia vital de mantener un estado físico, emocional y mental que nos permita afrontar las situaciones de manera positiva. Es por eso que, cuando la ciencia menciona a "la química de la felicidad", se refiere a cuatro sustancias fundamentales para consolidar este estado: las endorfinas; la oxitocina; la serotonina; y la dopamina. Todas son reguladas estrictamente por el cerebro.
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- Endorfinas: Sirven como un analgésico natural. Consisten en pequeñas proteínas que aparecen al hacer ejercicio, o en momentos de excitación alta.
- Serotonina: Se producen cuando nos sentimos valorados e importantes. Es la responsable de sostener el equilibrio emocional en el cerebro.
- Dopamina: Tiene que ver con distintos sentimientos, como lo son el amor y la lujuria. Nos hace comportarnos más o menos competitivos y de defendernos del peligro. Nos ayuda a cumplir objetivos.
- Oxitocina: Está presente en comportamientos maternales y vínculos emocionales. Esta sustancia se libera durante el embarazo, el parto y la lactancia.
¿Qué hábitos se recomiendan para tener un cerebro feliz?
Aquí te dejamos diez recomendaciones que sugieren algunos psicólogos para sostener la felicidad en nuestra vida cotidiana y nuestro cerebro:
- Querer ser feliz: Para ser feliz, hay que tener la voluntad de querer serlo.
- Rodearse de gente que nos resulte positiva: Contar con vínculos sanos con gente alegre y positiva siempre es un beneficio ya que produce empatía y contagia el buen humor.
- Hacer actividad física: Hacer ejercicio siempre ayuda a bajar el estrés y relajar el cuerpo, ya que genera una sensación placentera que llega luego de la actividad.
- Descansar: Lograr dormir más de siete horas permite al cuerpo estar más motivado y activo. Y ayuda a la liberación de dopamina.
- Desayunar bien: El desayuno es la comida más importante del día ya que además ayuda a mejorar el buen humor.
- Escuchar música: La música incide directamente en nuestro sistema límbico, que oficia como núcleo de nuestras emociones, y promueve las sensaciones de bienestar.
- Plantearse hacer algo nuevo: Buscar nuevos desafíos y superarlos ayuda a que te sientas más pleno y confiado.
- Sonreír: Intentar sonreír siempre aumenta la sensación de bienestar.
- Festejar los pequeños triunfos: Apreciar los pequeños logros siempre suma. Celebrar cada paso es un logro que conduce a la felicidad.
- Ser empático: Saber ponerse en el lugar del otro y ayudarlos mejora el autoestima.