“En lugar de demoler el campamento, decidimos desmantelarlo cuidadosamente. Esto reduce significativamente la generación de residuos y transforma un pasivo en un activo útil para la comunidad y la empresa”, explicó Cecilia Besednjak, gerenta de Medioambiente de Veladero.
La iniciativa, parte del plan de cierre progresivo de la mina, es un ejemplo concreto de economía circular aplicada a la minería: recuperar, reacondicionar y reincorporar materiales al ciclo productivo o social. En las etapas 1 y 2, completadas entre enero y mayo, ya se rehabilitaron 1,15 de las 2,5 hectáreas que ocupa el campamento. Los trabajos fueron ejecutados integralmente por la empresa local FeyRo, que empleó a 20 personas de la comunidad de Iglesia.
Plásticos, neumáticos y metales también se reciclan
Los residuos plásticos, como PET, geomembrana, cañerías, botellas, big bag y plásticos en general se están enviando a Reciclados Plásticos SRL en Pocito, que los transforma en pellets de alta densidad. Se prevé despachar un volumen mensual constante de entre 15 y 20 mil kilos que terminarán siendo nuevas mangueras tricapa, macetas, mangas de riego o bolsas
En la misma línea, los neumáticos usados se procesan en INDRAM, ubicada en el Parque de Tecnologías Industriales de Rivadavia (PITAR), convirtiéndolos en pellets para campos deportivos y asfaltos. Veladero ya ha enviado 1.389 toneladas para su reciclaje.
Asimismo, al predio municipal de tratamiento de residuos en Iglesia se han derivado en lo que va del año 165 toneladas de materiales reciclables como cartón, plástico y geomembranas, generando valor para el municipio.
En cuanto a metales como el manganeso Veladero también puso en marcha asociaciones para la economía circular con ACSCA para reconvertir 988 toneladas en nueva cóncavas y repuestos metalmecánicos. El mismo caso con TECK que ha desarrollado más de 200 piezas a partir de los residuos de acero.
“Estas acciones muestran que una mina, incluso en prácticas de cierre, puede seguir creando valor, cumpliendo con la normativa ambiental y proponiendo soluciones reales, sostenibles y solidarias que construyan un legado positivo”, concluyó Besednjak.