Todo salió a la luz este año. La víctima, que tiene actualmente 16 años, volvió a cruzarse al abusador, que llegó a su casa y le dijo cosas como: “Estás más grande, más linda”. Esto fue el detonante para que la víctima contara qué le estaba pasando.
Lo que fue crucial para demostrar la culpabilidad del sujeto y que éste terminara admitiendo su responsabilidad, fueron las Cámara Gesell, es decir, las entrevistas videograbadas donde la víctima pudo contar todo su padecimiento. Sumado a los informes de los especialistas de las entrevistas y las pericias psicológicas.
Si bien pasó mucho tiempo desde que comenzaron los abusos, se pudieron corroborar los hechos con testigos que vivieron situaciones que en ese momento habían pasado desapercibidas, pero al conocer lo que realmente sucedió, pudieron hilar los acontecimientos.