Según lo dicta la legislación actual, a sabiendas de que el testigo fue clave para identificar al homicida, el Ministerio de Gobierno siguió los pasos administrativos al pie de la letra, solicitando un informe al juzgado de primera instancia que llevó la causa investigativa, con firma del Ministerio Público Fiscal que avaló la veracidad de sus dichos. Entonces, como comprende la oficina legal de esta repartición, "no es necesario esperar a que la condena quede firme", ya que se entiende que es un caso que recolectó elementos contundentes que dejan al descubierto las violentas y sangrientas maniobras del agresor. Esto coincide con los dichos del testigo, que está a un paso de recibir el desembolso del dinero, según indicó el abogado del Ministerio de Gobierno, Juan Ponce, a sanjuan8.com. Precisamente, hoy se conocieron los fundamentos de la sentencia de prisión perpetua, que sería apelada por la parte defensora.
Leé: Brujería, amor y traición: la increíble historia detrás del caso Sillero A dos años del caso Laperuta y la primer recompensaEl primer caso de recompensa otorgada por San Juan, se produjo en 2016, cuando el médico bonaerense Aníbal Laperuta se extravió, justamente este martes se cumplieron dos años de su hallazgo sin vida a 10 kilómetros del paraje de la difunta Teresa, en un lugar inhóspito. El médico permaneció desaparecido durante 16 días y fue encontrado gracias a la intervención de unos baqueanos de la zona, los hermanos Pastén.
Por ese hecho, los Pastén recibieron en pago de media recompensa, que fueron $75.000 de los $150.000 que había ofrecido el Gobierno. Esto fue porque entendió el Ministerio que existió la ayuda y la colaboración de otros grupos que aportaron al hallazgo del hombre.
En este último caso en particular, el testigo que pidió protección por ser un conocido del asesino, recibirá todo el dinero. Mientras tanto, el mismísimo homicida sentenciado por la sala II de la Cámara Penal a cumplir el resto de sus días tras las rejas, prepara una arremetida contra ese sujeto ya que, según confió a este medio, fue el testigo el verdadero asesino: "Yo soy inocente; no tienen pruebas contra mí", reveló Bordón. Pese a ese testimonio, la Justicia aseguró en la emisión de los fundamentos que le dan solidez al fallo, que Bordón actuó con total frialdad e intención de matar a ambos para quedarse con los $2.500.000 que las víctimas guardaban en su vivienda de Rawson, y que nunca pudo encontrar.
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