García, quien forma parte del staff de Traumatología, mencionó la buena relación que existe entre los instrumentadores y los cirujanos. “A veces pueden surgir inconvenientes durante un procedimiento, y ahí es donde debemos mantener la calma y trabajar en equipo, siempre enfocados en el paciente”, agregó.
Con una carga horaria de 36 horas semanales y turnos rotativos, los instrumentadores quirúrgicos se enfrentan a retos diarios que requieren no solo habilidades técnicas, sino también una gran capacidad de trabajo en equipo y comunicación. La mayoría de los colegas de García son licenciados en la misma especialidad, lo que fortalece la cohesión del equipo.
Una fecha para celebrar
El 19 de septiembre se conmemora en el país el Día del Instrumentador Quirúrgico, fecha que recuerda el fallecimiento del Dr. Guillermo Bosch Arana, primer médico que incorporó al plantel quirúrgico a los instrumentadores.
Entre sus funciones, el instrumentador quirúrgico profesional está capacitado y habilitado para atender el bienestar del paciente quirúrgico, asistir al cirujano y al anestesiólogo en las cirugías mediante el dominio de las técnicas y la utilización del equipamiento e insumos del centro quirúrgico. Tiene la misión de asistir, controlar, supervisar, y evaluar, el proceso de atención del paciente desde su ingreso al quirófano hasta su egreso a la sala de recuperación post-anestésica.